León, Guanajuato.- Yetzel llegó desde poco antes de las 8 de la noche junto con su pequeña hija Yareli y su novio Iván, además de sus hermanos, todos pidieron sus boletos para ver a Panteón Rococó justo en la entrada de la Velaria de la Feria de León 2022, pero al final, se quedaron afuera.

Yetzel acudió con su hija Yareli y su novio Iván a la Feria a ver a Panteón Rococó, pero se quedaron afuera, el sistema de boletaje falló. Foto: José Antonio Castro Murillo.

El sistema de control de aforos de la Velaria de la Feria mediante boletos gratuitos falló y cuando todavía había decenas de jóvenes esperando a entrar con su boleto en la mano, la Policía municipal les dijo que ya no podrían ingresar.

Este sistema fue anunciado después de los disturbios para ingresar al concierto del rapero Santa Fe Klan, dónde cientos ingresaron derribando vallas.

Más de 200 personas formadas ya no alcanzaron a entrar. Foto: José Antonio Castro Murillo.

Revenden boletos gratis para Panteón Rococó

Desde las 10:00 de la mañana se empezaron a entregar los boletos, algunos incluso fueron revendidos en $50 dentro de las mismas instalaciones de la feria.

Supuestamente se entregarían la cantidad justa de boletos según el cupo máximo del sitio en las condiciones actuales de pandemia qué es de 17 mil personas, de acuerdo con las recientes declaraciones del presidente del Patronato de la Feria, Juan Carlos Muñoz Márquez.

Pero aproximadamente a las 10:30 de la noche se cerraron las puertas de acceso, se permitió entrar solo a algunos asistentes que tenían boletos, y dejaron al menos a 200 personas afuera que tenían su boleto en mano.

Entre ellas estaba Yetzel, quién a pesar del desorden que dio en el concierto de Santa Fe Klan, decidió venir a ver a Panteón Rococó, una de sus bandas favoritas.

Pero junto con ella varias decenas más se quedaron afuera a pesar de tener un boleto.

Sobre esta situación, el director de Fiscalización del municipio, Mario Maciel García, señaló que la dependencia a su cargo tomará medidas por esta irregularidad.

Familias enteras esperaban entrar, pero ya no se pudo. Foto: José Antonio Castro Murillo.

 

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