Estados Unidos- Hace un par de meses la ex modelo Playboy Jenna Bentley recordó los días que pasó hospedada en la lujosa y famosa mansión de Playboy, conocida como la “Bunny house”, junto a doce chicas quienes fungían como las novias del propietario del predio, el magnate Hugh Hefner.
El fundador de la mítica revista para caballeros era muy estricto con sus novias, pues les tenía normas muy estrictas, recuerda la ex modelo, las cuales se debían acatar al pie de la letra, como por ejemplo, ellas debían regresar a casa siempre antes de las nueve de la noche porque, de lo contrario, se arriesgaban a pasar la noche en el jardín.
Por su parte, otra antigua y famosa conejita, Holly Madison, quien también fue una de las novias oficiales de Hefner desde el 2001 al 2008, decidió romper su silencio al participar en el documental llamado “Secretos de Playboy” (Secrets of Playboy) el cual se estrenó el 24 de enero en la cadena A&E, en este programa confirma toda la información previamente filtrada, pero ahora desde un ángulo muy diferente.
Según su versión, las modelos residentes sólo podían abandonar la propiedad tras justificar “motivos especiales”, como por ejemplo si necesitaban tomar unas vacaciones para ver a sus familias, y confirmó lo que ya había revelado Jenna, que el acceso a la lujosa mansión estaba prohibido para los hombres, además añadió que en realidad estaban prohibidas todas las visitas, no solo las de acompañantes masculinos.
Echando la vista atrás, el motivo por el que pienso que era una especie de secta es que nos manipulaban y se esperaba que creyéramos que Hef era un buen hombre. Empezabas a pensar: ‘Vaya, no es como dicen en la prensa, solo es un buen tipo'”, explicó ante las cámaras.
Desde su perspectiva, era una especie de “toque de queda” al que se tenían que someter si querían vivir rodeadas de lujos en la mansión, además de pagar el alto precio de vivir sometidas, lo cual contribuía a aislarlas aún más del mundo exterior y, aunque no estaba expresamente prohibido, no se las animaba ni se les daba facilidades para que mantuvieran relaciones de amistad fuera del círculo de Playboy. Entre muchas “prohibiciones” más.