México.- Ana Ferro, la viuda de Fernando del Solar, se armó de valor para contarle a la revista ¡Hola! cuáles fueron las últimas palabras del exconductor de TV Azteca, y su mensaje aún causa tristeza en ella y en sus seguidores.
El pasado 30 de junio, el mundo del espectáculo se conmocionó con la noticia de la muerte de Fernando del Solar, quien a pesar de luchar contra el Linfoma de Hodgkin, perdió la batalla.
Aunque en esos días Ana Ferro no dio muchos detalles de la muerte del exconductor de “Venga la Alegría”, a casi un mes tomó fuerzas para hablar con la revista ¡Hola! para la cual también posó con un vestido blanco que adorna la portada.
“Ana Ferro, entre recuerdos y lecciones imborrables” es como la revista ¡Hola! tituló su artículo con la maestra de yoga que hizo feliz al argentino durante los últimos años.
Cabe recordar que Ana y Fernando se conocieron precisamente durante una clase de yoga de ella en el año 2016, y aunque su relación al principio la mantuvieron privada, poco a poco se dejaron ver juntos en redes sociales hasta que anunciaron que contrajeron matrimonio en marzo de este 2022 en Cancún, Quintana Roo.
La vida de Fernando del Solar parecía iluminarse junto a Ana Ferro y su alegría por vivir y ganarle la batalla al Linfoma de Hodgkin, incluso ya estaba dando conferencias motivacionales, pero un triste suceso le cambió todo el panorama.
La muerte de su papá, Norberto Cacciamani, que sucedió a mediados de junio, le bajaron las defensas, lo que a su vez le provocó una neumonía que finalmente lo mató.
El mensaje de Fernando del Solar a Ana Ferro
Ahora, a un mes de su deceso, Ana Ferro le reveló a la revista ¡Hola! lo que le dijo su exesposo poco antes de convertirse en “luz”.
“Nunca dejó de luchar. Al final, me dijo: ‘Quiero seguir, pero estoy cansado’. Yo digo que su cuerpo se le quedó chico…y se transformó en luz”.
Aun cuando el originario de Buenos Aires, Argentina, deseaba vivir, su cuerpo no aguantó la neumonía, que es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones.
Su cuerpo fue cremado dos días después de su fallecimiento y sus cenizas se depositaron en el mar junto a las de su papá Norberto Cacciamani.