Estados Unidos.- Luego de una pelea ocurrida en 2019 en las calles de Miami entre Pablo Lyle y un hombre de origen cubano, radicado en Estados Unidos, por un problema de tránsito el cual derivó en su muerte tras ser empujado por el actor, apenas se fijó la fecha para realizar el juicio.
El actor mexicano está acusado por la familia de Juan Ricardo Hernández ante una corte de Miami por el delito de homicidio involuntario, por lo cual no ha podido abandonar el país en espera de su debido proceso.
En una audiencia realizada el día de ayer en la que estuvieron presentes la defensa del histrión y la Fiscalía de Florida, se llegó al común acuerdo para llevar a cabo una última audiencia preparatoria para el próximo ocho de septiembre, y así dar inicio con el juicio por homicidio para el 19 de ese mes.
Marisa Tinkler Méndez, juez encargada del caso, aseguró que el juicio se realizará durante tres a cuatro días, además reveló cómo se llevará a cabo la selección del jurado y también habló en este sentido acerca de la notoriedad que ha tenido el caso.
Por su parte, Phil Reizenstein, el abogado de Lyle, expresó que entre más opciones de jurados mejor y aseguró que la mayor cobertura mediática que ha tenido el caso ha sido en México.
El proceso, que se inició desde abril de 2019 estuvo teniendo varios retrasos, pero la mayoría fueron atribuidos a la pandemia por Covid-19.
El actor de “Mirreyes vs Godínez” enfrenta un proceso judicial tras golpear el 31 de marzo de 2019 a un hombre de tercera edad de origen cubano, quien a cuatro días del altercado falleció en un hospital por complicaciones derivadas de los golpes que recibió del actor.
Lyle declaró que aquel fatídico día se dirigía hacia el aeropuerto de Miami junto con su hijo en una camioneta conducida por su cuñado, Lucas Delfino, cuando se cruzaron con el automóvil que llevaba Hernández.
En un semáforo el hoy occiso se bajó para reclamar a Delfino por unos movimientos que había hecho y, en medio de esa discusión, el famoso salió del coche y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo con las cámaras de seguridad de una gasolinera de la zona, el agredido se desplomó luego de un par de golpes.
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