Ciudad de México.- La conductora del programa de espectáculos “Ventaneando”, Mónica Castañeda es conocida por brindar detalles de las vidas de diversas personalidades del mundo de la farándula.
Sin embargo, en esta ocasión le tocó estar del lado contrario, siendo ella la entrevistada por su “tocaya” Mónica Garza para su canal de YouTube, en donde confesó distintos momentos de su vida.
Mónica Castañeda y la pérdida de su hermana.
Durante la plática Mónica Castañeda recordó cuando falleció su hermana mayor, María del Pilar, en ese momento la conductora tenía 14 años.
“Siempre nos llevamos bien, pero empezamos a tener una relación de complicidad de adolescentes”, dijo Castañeda.
Quien además señaló que María del Pilar tenía Lupus: “Un padecimiento relacionado con hinchazón en el cuerpo en abril y fallece en mayo. Fue muy sorpresivo para toda la familia, sobre todo en un punto donde creo que mis papás… Mi hermana empezó a tener cambios físicos muy drásticos, entonces para mis papás era muy duro que viera a mi hermana en esa forma y mis visitas a mi hermana empezaron a ser cada 8 días, sábados y domingos”.
“En ese momento el Lupus era una enfermedad que no se diagnosticaba tan fácilmente. Entonces, en un principio mi hermana empieza con problemas en riñones, le hacen una diálisis y su cuerpo seguía hinchándose, y empezó a amoratarse. Yo entraba y, aunque escuchaba qué sucedía, sentía que tenía la responsabilidad con ella de no hablar de la enfermedad”, platicó Mónica.
“El día en que a mí me dan la noticia, me dijeron ‘Vamos a ver a Pili’. Cuando yo me doy cuenta que ya no íbamos al hospital sino a casa de los abuelos, le pregunté a mi prima y me dijo: ‘Porque allá está tu mamá’. Cuando llegué y vi bajar a una de mis tías, dije: ‘Esto no está bien’. Me acuerdo la sensación del hormigueo de las manos. Y ahí fue cuando mi tía y mi prima me dan la noticia: ‘Pili murió’. Y yo dije: ‘¿Cómo?’, porque la había dejado de ver una semana antes”.
Mónica Castañeda no se despidió de su hermana mayor.
“La primera lección cuando se va mi hermana es esto de que no le decimos ‘Te quiero’ a la gente que queremos, porque yo, independientemente que era una adolescente, estaba segura que la iba a ver a la siguiente semana, entonces nunca le dije ‘Te quiero’”.
Castañeda recordó el último día con su hermana: “Le pregunté si quería que le llevará un dulce y me dijo que no. Me salí, le deje las cartas que le habían mandado, me fui a una escalera del hospital y antes de bajar para que mis papás no me vieran… Ahí la vi muy mal y no quería preocupar a mi mamá, entonces me quede en la escalera y lloré porque no sabía qué hacer, no sabía si regresarme y decirle algo, pero no podía dejar que me viera llorando porque iba a saber que no se veía bien. Entonces, no me despedí nunca y eso para mí es doloroso”.
“Cuando mi hermana muere, hablé con mi maestro de biología y le dije: ‘Quiero entender qué es el Lupus’, y mi maestro dedicó una tarde después de mis clases a explicar qué era el Lupus, porque yo quería entender qué había pasado con mi hermana”.
Entre lágrimas Mónica aseveró que, “no puedo decir que ya me haya despedido porque no me quiero despedir de ella. Es alguien a quien extraño profundamente porque tengo muchas amigas que me han visto llorar y reír, pero a veces me encantaría tener esa retroalimentación de mi sangre, de mi hermana, y no está. (…) La vida me quitó una hermana, pero la vida me ha dado muchos fragmentos de muchas hermanas”.