León, Guanajuato.- El Teatro Manuel Doblado se transformó en la casa de ‘Louis’ una peculiar mujer que hará de todo con tal de hacer feliz a su hija.
La puesta creada por Rodolfo Rodríguez fue dirigida en esta ocasión por el actor Humberto Zurita, quien provocó los suspiros en las damas que lo catalogan como su ‘crush’ de las telenovelas.
Antes de las 7 de la tarde, personas en sus mejores galas llegaron al teatro para ser parte de esta comedia en la que participan Lambda García, Stephanie Salas, Ivonne Zurita y Luis Gatica.
La escena comienza con Laurita y Lalo en la sala de la casa de ella, ahí se maquina un plan para unirse en compromiso solo que hay un problema: el divorcio de los padres de Laura.
La mimada hija pide a su padre Luis con urgencia una madre, pues los padres de su conservador novio, por nada del mundo lo dejarían casar con una familia cero convencional.
De ahí arranca el enredo que lleva a Don Luis a vestirse de una sensual mujer que fue creada de la mente de Javier Rosas, uno de los mejores maquillistas de México.
La caracterización le dio un aire a Christian Bach, la esposa de Humberto Zurita: rubia, imponente y con un cuerpo como de diosa.
La primera función fue lleno, la segunda fue sold out, por lo que el teatro llamó a más de mil 500 personas que rieron con las peripecias y ocurrencias de los actores.
Stephanie como ‘Tatiana’ se convirtió en la madre abnegada, conformista con una relación que no funciona, pero que le guiñó el ojo al futuro yerno de su hijo.
Luis Gatica fue el coqueto empedernido, esposo de ‘Tatis’ que también ‘le echa el perro’ a la madre de la prometida de su hijo.
Entre chistoretes, algunas improvisaciones y referencias a León, el público no paró de reír sino hasta un intermedio de 15 minutos a las 8 de la noche.
Humberto Zurita regresó como Luis, el papá que haría todo por su hija; la chica lo domina y pone a su padre en un aprieto del que al parecer no habrá salida.
El actor serio que es reconocido por “La Reina del Sur” dejó a un lado a don Epifanio para mostrar su capacidad camaleónica en el escenario como Luis y Luisa.
La obra presenta la hipocresía, las dobles caras, el conservadurismo y sobre todo la manipulación que pueden ejercer los hijos.
La misión no fue crear grandes reflexiones, sino un momento de risa para olvidar las vicisitudes de la vida o bien, pasar un buen rato en una noche de viernes.
Los actores agradecieron el acompañamiento por más de dos horas y prometieron regresar a tierras leonesas. El público les regaló el aplauso y agradeció por el momento.