León, Guanajuato.- Germán Lizárraga es una de las figuras más importantes dentro de la industria musical en México; su legado ha traspasado fronteras y su amor por su oficio lo mantiene intacto como si fuera la primera vez que tomara un clarinete.
De visita por León, ciudad que aprecia debido a su amistad con José Alfredo Jiménez, el conocido como “Rey de la Banda” llegó con sus músicos de “Estrellas de Sinaloa” para hablar sobre las recientes colaboraciones.
Escogimos este estado -Guanajuato- para venir a promocionar esta canción que estamos presentando, como es la colaboración que hicimos con King Clave y con Raúl Sandoval”.
Germán Lizárraga habló sobre todas esas anécdotas que le han dado los recuerdos más bonitas de la vida. Sobre todo, su última convivencia con Andrés García q.e.p.d, meses antes de su fallecimiento.
“Tuvimos la dicha de llevarle la música cuando estaba en vida, decía que él quería que lo enterrarán con ‘Casquillos de mi Cuerno’, nos pusimos de acuerdo con su esposa, fuimos a Acapulco, y este hombre se puso muy contento. Cuando le cantamos esa canción, sintió que era otro, que no era el enfermo”.
Fumando, tomando, casi bailando, pero cantando todas las canciones. Él estaba revolucionando en su aspecto físico y fue con la música. Le cantamos, le tocamos, se la dedicamos, revivió aquel hombre; se paró como pudo, agarró la 45 y se puso a dar balazos”, platicó Don Germán.
Germán Lizárraga tiene un aspecto jovial, con mucha vitalidad y respetando lo que le enseño su padre: profesionalismo en la música.
“Empecé en la música muy joven, para mí es una terapia, no me puedo mostrar cansado. Tuve la suerte de nacer de un personaje muy grande como fue mi padre, Cruz Lizárraga, él nos enseñó muchas cosas, tener el proyecto que ahora tenemos y todo lo que hacemos. Me mantiene contento, el compartir lo que Germán tiene por decir con la Banda Estrellas de Sinaloa”.
Germán habló de que vienen proyectos con la familia de José Alfredo Jiménez, cosas que guardó en sigilo pues es creyente de no hablar antes de actuar.
El artista sostuvo que su amistad con la familia de José Alfredo son de las cosas que atesora en su corazón, pues obsequió el clarinete a José Alfredo Jiménez Jr. con el que grabó y dirigió el corrido de Mazatlán el 26 de agosto de 1968.
Con José Alfredo hicimos giras en Estados Unidos, él se quedaba a escucharnos en banda, de ahí nació la idea de grabar con él en 1968, conocer a su hijo, hacer discos después de que él había fallecido”.
Hoy, cuenta con su propio libro autobiográfico titulado “El Heredero” escrito por Cristian Daniel Torres Osuna.
Tras esta visita, Germán Lizárraga regresará a Guanajuato, por el momento, impulsa su propia banda compuesta por los chicos más talentosos de Sinaloa y sus alrededores.
Aprender de él el profesionalismo, la entrega, es de las satisfacciones más grandes. Ha sido de las mejores escuelas”, dijo Mike, uno de los vocalistas de la banda.