León, Guanajuato.- Ya se veía venir, y es que el último show en la Explanada del Poliforum en octubre del año pasado, los fans persiguieron la camioneta que trasladaba a la figura del momento: Natanael Cano.
Lo mismo pasó en el Palenque de la Feria, al término de su concierto, el de Sonora tuvo que resguardarse un tiempo para evitar la fiebre de sus seguidores que ya lo esperaban en la entrada de proveedores del recinto.
¡Ya va a salir el Nata!, ¡Vamos!”, fue la frase que parte de sus más de 7 mil fans que asistieron al concierto, dijeron al unísono. ¿La misión? poder tocar aunque sea su camioneta.
Se predecían disturbios, por lo que la Policía Montada tuvo que entrar a apoyar al equipo de Empresa Tapatía, que resguardó al cantante de cualquier disturbio.
La camioneta salió poco a poco, los fans se arremolinaron y los caballos poco a poco se abrían camino para dispersar a los fans emocionados, incluso, algunos en sillas de rueda.
La camioneta gris plateada, blindada, con tres elementos de seguridad del propio Nata salieron de prisa, contrario a lo que muchos pensaron, Natanael no se hospedó en la ciudad, sino que salió ‘volado’ al Aeropuerto del Bajío, donde ya calentaban motores su avioneta privada.
“¡Gracias Guanajuato! fueron sus palabras para después abordar la aeronave”.
¡Llegó como un rockstar!
Así como se fue, llegó. Natanael Cano llegó a la ciudad en su propio avión, desenfadado y con ganas de dar un buen show…y lo logró.
Entre sus peticiones estuvieron el contar con una persona que lo dotara de oxígeno, además de su propio servicio de bar y su botella de tequila.
Sus fans quedaron con la adrenalina arriba y con la emoción de tener, al fundador de los corridos tumbados.