León, Guanajuato.- Antes de la medianoche y tras una larga espera, el día se cerró con las canciones norteñas de Los Cadetes de Linares, el legado de Lupe Tijerina.
Tras el alboroto del ska y el rock de La Cuca y Los Auténticos Decadentes, la agrupación norteña fue la encargada de poner a bailar pegaditos a los ‘bikers’ que tenían ganas de más.
La primera fue “Prenda querida”, con la que rápidamente los asistentes a la Motofiesta tomaron a su pareja y la llevaron al centro de la pista de la Velaria.
Con canciones como “El muchacho y el potro”, “El tártaro”, “El bello carablanca”, “Pepito y su caballo”, hicieron retumbar el recinto.
Esas canciones fueron directamente “para pistear” y para ese tiempo, algunos ‘bikers’ solo se dedicaron a filosofar y levantar su cerveza a ritmo de “Sucedió en un panteón”.
Así se realizó el concierto, entre los sonidos de los potentes motores y la nostalgia del legado de Lupe Tijerina.
Una gran noche ‘biker’ que se cerró con lo mejor de la música mexicana.
LCCR