León, Guanajuato.- Las luces del Foro del Lago se apagaron y por los altavoces sonó la voz de una allegada a Jorge Drexler, disertando sobre la biología prehistórica, preguntándose si alguien podría escribir una canción con la palabra “mesoproterozoico”.
“Corría la era del mesoproterozoico…” resonó la voz del uruguayo, abriendo el concierto con la misma frase con la que inaugura su último disco “Tinta y tiempo”, nombre de la misma gira que culmina con esta serie de conciertos en México.
Aunque es su primera vez en León, el ganador del premio Óscar se aseguró de empaparse de la identidad de los leoneses y saludó con un “¡Buenas noches, panzas verdes!”.
Los éxitos no se hicieron esperar y como segundo número entonó “Deseo”, de su disco “Eco”.
Las primeras noches, las primeras citas uno las recuerda, uno las guarda y me da mucho gusto que esta primera noche en Guanajuato sea con ustedes”, dijo Drexler.
Ante las poco más de mil personas, el cantante no vio un un foro vacío sino la oportunidad de un concierto íntimo. Con la sencillez que lo caracteriza, pidió que las personas de los asientos más alejados ocuparan los que estaban disponibles un poco más cerca del escenario “no sé si está permitido”, dijo cómplice.
“Medio de transporte”, “Cinturón blanco” y “Corazón impar” fueron las canciones con las que continuó acompañado por el coro de los asistentes.
Entre cada canción las peticiones del público no se hacían esperar, por lo que el músico decidió dejar por un momento de lado el setlist establecido y complacer a su público. “Son unos eruditos de mis temas”, bromeó al escuchar la cantidad de canciones que se le solicitaron de entre el amplio repertorio que tiene 30 años componiendo.
Sentado en un silla y acompañado únicamente con su guitarra, comenzó el set acústico con “La trama y el desenlace”. Después, tras descartar algunos temas que dijo que ya estaban programados para más adelante, decidió cantar “Noctiluca”, no sin antes contar la historia de cómo la composición es una mezcla de recuerdos de una noche que terminó frente a una playa llena de luminiscencias y de cuando supo que nacería su primer hijo.
Sumamente emocionado, uno de los fanáticos de la primera fila no aguantó las ganas de contarle a gritos a su ídolo “¡Aquí hay un bebé! ¡Está embarazada!”, lo que le ganó las felicitaciones de Drexler.
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El uruguayo y sus admiradores se disfrutaron mutuamente, pues él cerraba los ojos cuando compartía el micrófono y escuchaba cómo sus canciones eran entonadas a todo pulmón por todas las voces presentes.
No tenía ni un segundo de haberse despedido, cuando el auditorio completo gritó “Otra, otra”, haciendo que el cantante volviera al escenario un poco más fresco dejando su saco blanco de lado.
Drexler volvió con los brazos abiertos y antes de ofrecer un cierre de oro, se arrodilló ante su público y besó el escenario, para después dar su esperada lección de química sobre la ley de conservación de la materia de Lavoisier, con su éxito “Todo se transforma”.
“Gracias por haber estado aquí esta noche, por recibirme en León, me hacen bien”, dijo como guiño antes de vocalizar por última vez para despedirse con “Me haces bien”.
Acompañado de su banda completa antes de volver a Europa a realizar una gira en solitario con su guitarra, Jorge Drexler compartió con los leoneses una increíble noche de ritmos latinos, canciones de amor y varios pasos de baile.
LCCR