México.- El nombre de Lyn May se viralizó en redes sociales luego de que usuarios se mostraran sorprendidos por la apariencia de su rostro, una transformación de años por las cirugías plásticas a las que se ha sometido la vedette.

Todo empezó con un video de Lyn May, el cual llamó la atención por el tamaño de su cabeza, luego vinieron las críticas hacia la vedette de ascendencia china. 

La grabación en la que la también actriz explica que en el pasado fue la mujer más bella de México, fue retomada por cuentas y medios internacionales para cuestionar su físico.

Sin saber de quién se trataba, la cuenta Rain Drops Media, por ejemplo, compartió el video en donde Lyn May está dando una entrevista, y señala que la mexicana es viral luego de intentar mejorar su rostro con cirugías.

Lyn May es una actriz, cantante y vedette mexicana. Foto: Especial.

Desde la cuenta Reacción Nacional también se compartió el video y aseguró que usó botox para retrasar el envejecimiento. ¿El botox puede hacer que tu cabeza duplique su tamaño?”, dice la publicación.

Internautas mexicanos salen en defensa de Lyn May

Ante estas críticas, internautas mexicanos salieron en defensa de Lyn May, y hasta compartieron parte de su trayectoria en el medio artístico.

Allanaron la publicación contando la historia de la actriz, y realizaron comentarios como: “No estoy soportando a los gringos burlándose de Lyn May, que alguien los elimine por favor”, “Lyn May mi patrona” y “Solo los mexicanos podemos burlarnos de Lyn May. ¡Con nuestra ‘cara de memela no’”, reaccionaron.

Lyn impactó por el tamaño de su cabeza a otros medios. Foto: Especial.

¿Qué le pasó a Lyn May en el rostro?

Pese a ser una de las bailarinas más sobresalientes de la época de oro del cine mexicano, Lyn May es reconocida en gran parte por su apariencia física.

Aunque su rostro se desfiguró después de una serie de inyecciones de aceite realizadas por dos mujeres que la convencieron de aplicarse el tratamiento.

Llegó el momento en el que me quise morir. No me quería ver en el espejo. Muchas veces cuando me veía en el espejo decía: ‘¿por qué? ¿por qué?’ y lloraba, ya no quería vivir”.

 

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