León, Guanajuato.- Ya sea en playeras, en stickers o calcomanías, la figura de Chalino Sánchez regresó con fuerza entre la cultura popular, y para aprovechar esa racha, es que la empresa Craft Latino anunció la reedición de uno de los discos más emblemáticos del ‘Padrino de los Corridos’.
Por primera vez en más de 30 años, Alma Enamorada incluye clásicos norteños y corridos legendarios (narraciones descriptivas) incluyendo el tema del título, “Los Chismes”, “Armando Aguirre” y más.
Este vinilo ya se puede ordenar y saldrá a la venta el 15 de noviembre, cuenta con lacas (AAA) cortadas de las cintas analógicas originales por Clint Holley y Dave Polster en Well Made Music, y material gráfico original replicado en la cubierta del LP.
Se puede reservar una versión única del disco Alma enamorada (limitado a 400 copias), el primer disco ilustrado de Chalino Sánchez, y un paquete que incluye una camiseta coleccionable de Chalino Sánchez.
Grabado en 1991 y publicado por Discos Musart en 1992, “Alma enamorada” muestra el estilo inconfundible de Chalino y su profunda conexión con la música norteña. La grabación destaca la colaboración de Chalino con el grupo norteño Los Amables del Norte de Sinaloa, México, liderado por el acordeonista y vocalista Nacho Hernández, que grabó varios discos y realizó giras con Chalino.
Otra canción destacada es la balada “Los chismes”, escrita por Chalino y favorita de los fans, en la que un hombre profesa su amor a su prometida, haciéndole saber que la ama y que nadie puede cambiar eso con chismes.
Con este magistral hilo, Chalino añade un equilibrio desenfadado al arsenal de corridos emocionalmente intensos, demostrando la versatilidad de Chalino como artista.
Las restantes baladas de amor, “María de la luz”, compuesta por Miguel Lomeli, y “Prenda del alma”, del cantante, músico y compositor mexicano Raymundo Pérez y Soto, son canciones bellamente escritas sobre el desamor y la nostalgia.
A medida que los oyentes se adentran en el resto del álbum, los corridos que se suceden son un paseo narrativo, seis de ellos escritos por el propio Chalino.
El corrido más popular del álbum es la historia con moraleja “Armando Aguirre”, un aduanero al que nunca se pilla dormido, inteligente y duro. “Anastasio Pacheco”, escrita por el cantante y compositor Julián Garza, también conocido como El Viejo Paulino, y versionada por varios artistas, es también una de las favoritas de los aficionados al corrido. Cuenta la historia de un hombre adinerado del siglo XX que fue asesinado por una disputa sobre unos bueyes robados.
La composición de Chalino, “Coquio Castro”, es otro aldabonazo narrativo que habla de un joven rudo de Sinaloa, humilde pero salvaje, que no rehuye una pelea. Sus enemigos conspiran para matarlo, pero Coquio está listo con su 45. Tanto las baladas de amor como los corridos del álbum han cimentado su lugar en los corazones de los fans, conectando a las comunidades inmigrantes con sus raíces con historias de amor no correspondido, valentía y mucho más.
La propia vida de Chalino Sánchez reflejaba a veces las dramáticas historias que contaba en su música. Nacido Rosalino Sánchez Félix el 30 de agosto de 1960 en Sinaloa, México, Chalino vivió una vida marcada por la controversia y la resistencia, huyendo a Tijuana cuando era adolescente, supuestamente después de un fatídico incidente que implicó un tiroteo con un jefe del crimen local que había insultado el honor de su familia.
Tras cruzar a Estados Unidos, Chalino se instaló en Los Ángeles, donde realizó trabajos ocasionales, algunos de ellos con su hermano Armando.
Se rumora que los trabajos incluían lavar coches, ser ayudantes de camarero y trabajar para un famoso mafioso con dos prótesis en los brazos. Tras el trágico asesinato de su hermano en 1984, Chalino ingresó en una prisión de Tijuana, donde escribió su primer corrido en honor a su hermano.
A pesar de su prematura muerte hace más de tres décadas, Chalino Sánchez sigue siendo un icono cultural perdurable.
La voz cruda y sin filtros de Sánchez, combinada con su auténtica narrativa, fue pionera en el género de los narcocorridos, un subgénero de la música regional mexicana que narra las vidas y experiencias de quienes se ven envueltos en el mundo del narcotráfico.