León, Guanajuato.- León siempre está presente en cada gira que el comediante Ricardo ‘Richie’ O’Farrill realiza por la República, y ahora, en un espacio más grande el standupero presentó su nuevo: ‘Probando material’.
“Richie” se mostró agradecido con sus fans por todo su apoyo a pesar “de lo que todos sabemos”, que entre líneas, se abordaba en algunas parte de su acto que tuvo una duración de más de una hora y que convocó a más de 700 admiradores en el Teatro del IMSS.
Al principio Ricardo advierte que no es el tour, pero son chistes muy buenos, el staff pide a algunos asistentes que no graben para no quemar todo el acto en internet; también, que si a alguien no le gusta, el mismo les devuelve el dinero.
O’Farrill comparte cómo fue su proceso de terapia y episodios de ansiedad, que hoy por hoy, lo llevan a poder contar de forma chusca, cómo vivió el proceso.
“Para que se den idea de cómo un adicto es manipulador, de hecho, muy manipulador saqué una botella de Ginebra, de la alacena, la coloqué sobre la barra de la cocina y le dije a mi mamá y hermana que mi última peda quería que fuera con ellas”.
Añadió que un dependiente a las bebidas, puede hacer de todo para salirse con la suya, y ese ejemplo lo abordó desde la perspectiva de la familia y la suya propia.
En forma de mofa, Ricardo compartió anécdotas, algunos chistes, desde un sillón, a modo de terapia, se paseó entre el escenario y la gente le aplaudía cuando la risa los superaba.
“Mi pobre madre, se acercó a decir, vengo a entregarle a mi hijo, que tiene un problema con el alcohol”, dijo entre risas.
Con su estilo irreverente y su aguda observación de la vida cotidiana, Ricardo llevó por un viaje lleno de risas, mientras exploró nuevas anécdotas, chistes y ocurrencias que solo él puede convertir en algo chistoso.
“El problema, es que yo tenía tanto alcohol en el cuerpo que me llevaba a estar dependiendo de suero en la enfermería, entonces, después de día y medio con esa dinámica, me aburría, salí al cuarto, y le dije al doctor: me da chance de tomar solecito, yo estaba como señora con mi suerito, contemplando y en eso se me acercó un chavito, que en ese momento, se los juro pensé que era el hijo de la señora que cocinaba, con sus shorcitos, y me dijo: ¡Hola! (con voz de infante) ¿por qué estás aquí? y le dije que se me pasó la mano con el alcohol, y no le pregunté porqué estaba ahí, porque pensé que era el hijo de la que cocinaba y después le reveló todo el cóctel que él traía encima”.
Así y como él lo sabe hacer, convirtió esos minutos en una noche amena, que se cerró con un agradecimiento especial.