León, Guanajuato.- Más de 40 años han pasado desde que Maná pisó por primera vez la ciudad de León, pues debido a la cercanía con Guadalajara casi cada mes tocaban en el famoso Jardín de las Aves.
Según lo recuerdan fans y cronistas de la ciudad, como el escritor Armando Ruiz, la banda entonces llamada Sombrero Verde tomaba como ‘guarida’ los antros y algunos salones de reconocidos hoteles.
“Los conocí en 1984 en el Jardín de las Aves, entonces eran Sombrero Verde y se presentaban en el bar de la disco casi cada mes, alternando con bandas de la localidad, como Spots de los hermanos Hurtado, Gafas y Ragazza. En una ocasión la combi en que se transportaban se les quedó en Lagos de Moreno y tuvimos que ir por ellos. Nos trajimos los instrumentos en dos carros, pero llegaron. Luego de la tocada solían sentarse en nuestra mesa para chupar y echar desm… eran otros tiempos. Hoy son Maná, una banda que hace unos años fue todo un fenómeno, vendía cientos de miles de copias, recibía discos de oro y platino, llenaba estadios, auditorios, grababan con Carlos Santana y ganaban muchísima lana”, compartió en sus memorias Armando Ruiz.
Según lo refiere Ruiz, la banda se creó a principios de los 80 con Fernando Olvera, Gustavo Orozco, los hermanos Ulises, Abraham y Juan Diego Calleros. En sus inicios solo tocaban covers, pero para 1983 ya tenían sus propias rolas (muchas sonaban a The Police: “El Profesor”, “Laura”) y habían adoptado el nombre de Sombrero Verde (en un principio eran The Green Hat Spies), tocando en discotecas, bares y fiestas, allá en su natal Guadalajara.
En ‘Siempre en Domingo’
Debido a su persistencia, entraron de lleno al boom del rock en español, y tras un tiempo de ausencia de los bares de León, aparecieron como las promesas en ‘Siempre en Domingo’, que se grabó en 1987 en lo que hoy es el Domo de la Feria; se hospedaron en el Real de Minas, donde varios fans lograron la foto.
Sorprenden con nuevo nombre
Pero la sorpresa fue que ahora se llamaban Maná. Consiguieron una disquera y estaban en promoción de algunas rolas del entonces “Falta amor”.
Fue hasta el 20 de enero de 1990, cuando regresaron triunfalmente al Jardín de las Aves para promover este segundo álbum. Su siguiente presentación en León fue en el recién inaugurado Ossys, en 1992. Para entonces Ulises, su guitarrista original, se había convertido en su manejador y se habían sumado Iván González, como tecladista, y el guitarrista César ‘El Vampiro’ López”, compartió en su blog del recuerdo.
De la misma forma Mao Soriano, quien trabajó en el Jardín de las Aves en aquellos tiempos, no olvida que los músicos tapatíos disfrutaban alimentos en lugares típicos de la ciudad, “para comer se echaban unas chelas con pizza de Lupillos… ya en la noche, antes de tocar, unos tacos de los guisados de Doña Josefina”.
A pesar del éxito, Maná comparte una nostalgia especial por León, así lo expresó el propio Sergio Vallín en reciente entrevista con AM, pues aunque él se integró a la banda después, las anécdotas en esta ciudad han sido memorables.
Además, en León presentaron a Alex como su nuevo baterista, allá por 1983-1984, cuando el músico tenía apenas 17 años, según recordó Gerardo Romo, fan de la banda, quien en ese tiempo trabajaba como DJ en el Jardín de las Aves.
En La Martinica
El 18 de diciembre de 1993 se presentaron en el Estadio de La Martinica.
Después, en 1997, volvieron, pero esta vez al Domo de la Feria, promocionando su disco “Sueños líquidos”. En esa ocasión, tras el concierto les ganó la nostalgia y se dieron una vuelta al Tequila Rock, que había sido el Jardín de las Aves, y aunque no tocaron, convivieron con la gente.
Ausencia que parecía eterna
Debido a su demanda en España, los conciertos en León se distanciaron hasta por una década, por lo que la emoción se revivirá este 26 de octubre en la Explanada del Poliforum, tras casi 10 años de la última vez en la ciudad.
LCCR