México.- Erik Rubín está de luto por el fallecimiento de su madre, Myra Milaszenko, a lo 73 años, de quien se despidió con un conmovedor mensaje que compartió en redes sociales, junto a un stock de postales en las que aparece al lado de él y de sus hijas, Mía y Nina Rubín.
La que también envió sus condolencias y expresó el dolor por el que atraviesa la familia Rubín Milaszenko fue Andrea Legarreta, quien la recordó como una mujer que le sonreía a la vida.
Erik Rubín dio a conocer este lunes el fallecimiento de su madre, Myra Milaszenko, con una emotiva despedida que compartió en redes junto a una serie de fotografías.
Joannine Myra Milanszenko y Daugherty 1951-2024. Sin duda viviste intensamente… Nuestra querida Myra, ahora el descanso te acompaña, te despedimos con mucho amor. Tu hijo Erik Rubín Milanszenko, familia y amigos, les compartimos este adiós”, se puede leer en una de las imágenes que compartió Erik Rubín.
A inicios de octubre pasado, se reveló que la madre del cantante de 53 años fue hospitalizada por una cirugía para retirarle un tumor que le fue detectado.
Incluso, Andrea Legarreta compartió que su exsuegra se encontraba hospitalizada en Puebla, luego de que le detectaron un tumor que llevó a los médicos a extirpar el pulmón completo.
Lo de Myra fue un sustito, pero gracias a Dios todo salió bien. Fue una cirugía extremadamente delicada y peligrosa, le quitaron un pulmón, tenía un tumor muy grande que hace muy poco se dieron cuenta que lo tenía”, dijo Andrea Legarreta durante la presentación de la obra ‘Jesucristo Súperestrella’.
¿Quién era Myra Milanszenko?
Myra Milanszenko nació en 1951, era de origen ucraniano, en la década de los 70, unió su vida a la de José Ángel Rubín y fruto de esa relación tuvieron a Erik Rubín Milanszenko, quien nació el 30 de enero de 1971, en Puebla.
Poco después disolvieron su matrimonio.
José Ángel Rubín nació en Puebla de Zaragoza, es músico y, al igual que su hijo, es rockero y bohemio de corazón. Su gusto por la música comenzó desde niño, así que armó su banda de rock.
A continuación el mensaje con el que Erik Rubín se despidió de su mamá.
No me pararé al lado de tus cenizas a llorar.
No estás ahí, no duermes.
Eres un millar de vientos que soplan
y sostienen las alas de los pájaros.
Eres el destello del diamante sobre la nieve.
Eres el reflejo de la luz sobre el grano maduro,
Eres la semilla y la lluvia benévola del otoño.
Cuando despierto en la quietud de la mañana,
Eres la suave brisa repentina que juega y me abraza.
Eres las estrellas que brillan en la noche.
No me pararé al lado de tus cenizas a llorar.
No estás ahí, no has muerto.