León, Guanajuato.- La muerte de doña Silvia Pinal cimbró no solo a la comunidad artística, sino al pueblo de México, pues su calidad humana era igual o mayor a su talento en los escenarios, y así quedó demostrado en el caso del robo de una menor celayense, pues la madre recurrió al programa “Mujer, casos de la vida real” con la esperanza de recuperar a su hija, pero lo que hizo la primera actriz fue más allá de un simple apoyo.
La llamada última diva de la Época de Oro del cine mexicano destacó durante sus más de siete décadas de trayectoria como una pionera del entretenimiento, y uno de sus proyectos fue sin duda un parteaguas en la televisión nacional.
Se trata de “Mujer, casos de la vida real”, en el que Pinal logró unir el entretenimiento, el apoyo a nuevos artistas y el activismo social, pues durante cada emisión -estuvo al aire de 1986 a 2007- doña Silvia abordaba temas que hasta entonces eran considerados tabúes, la violencia doméstica, la homosexualidad, la prostitución, el sida, el aborto y el secuestro, entre otros.
Al principio de cada programa, la propia Silvia Pinal hacía la introducción de la historia, basada en hechos reales; leía una carta enviada por alguien de su público con el objetivo de visibilizar la problemática familiar, pero también con la intención de ayudar.
Quedó impactada por caso ocurrido en Celaya
Un caso que la misma Silvia Pinal destacó en su libro biográfico “Esta soy yo”, que lanzó en 2015, fue el de una madre guanajuatense que acudió a ella con la esperanza de que la ayudara a recuperar a su hija, quien varios años atrás había sido arrancada de su familia.
Recuerdo muchísimos casos que me impactaron, entre ellos el de un hombre que buscaba a su hijo ilegítimo para dejarle su herencia… o el caso de una niña robada en Celaya, en el estado de Guanajuato”, narra Silvia en el texto publicado por editorial Porrúa.
“Habían pasado unos cuatro o cinco años desde el robo de la chiquita, y la madre, desesperada por encontrarla, me buscó para contarme su historia y pedirme ayuda. Grabamos la historia, y tras terminar el programa, la señora salió al aire conmigo“, cuenta la actriz.
Explicó que frente a la pantalla dieron señas de la niña, María Fernanda, y mostraron la foto que tenía la madre; ambas pidieron la colaboración de los televidentes para proporcionar cualquier información que pudiera ayudar a dar con el paradero de la niña.
“A los pocos días, una telefonista de un pueblo de Guanajuato llamó para decir que la niña estaba ahí, frente a ella, jugando, y que era cuidada por unos viejitos”, explica en su libro.
Fue hasta una segunda llamada que Silvia Pinal obtuvo datos precisos para poder localizar a la menor.
La policía hizo las pruebas pertinentes y concluyeron que sí era María Fernanda, la niña robada. La mamá, en agradecimiento, me pidió que fuera madrina de 15 años. Hoy esa pequeña es toda una mujer que me habla y visita constantemente”.
Siempre quiso ayudar a los demás
Esa fue una de las tantas historias en la pantalla que ayudaron a resolver casos durante los 23 años que “Mujer, casos de la vida real” fue transmitido por Televisa.
“Siempre he tenido el deseo y la necesidad de hacer algo por ayudar a la gente, de una u otra forma trato de hacerlo, y gracias a mi programa ‘Mujer, casos de la vida real’ pude conseguirlo por primera vez de manera masiva”, compartió en su libro Pinal, sobre el que consideró uno de los mejores proyectos que tuvo en sus manos.
Silvia Pinal Hidalgo murió el pasado 28 de noviembre a los 93 años, por complicaciones de una infección en las vías urinarias y un colapso pulmonar luego de permanecer hospitalizada una semana.
LCCR