Familias estadounidenses destrozadas por la pérdida de seres queridos a causa de la inseguridad que se vive debido a las múltiples matanzas.

EL CONTEXTO: Los tiroteos masivos se han vuelto parte de las noticias de todos los años en Estados Unidos, y el 2022 no fue la excepción. En mayo, un hombre atacó a compradores negros en una tienda de comestibles de Búfalo, Nueva York, matando a diez personas e hiriendo a tres, en una de las masacres raciales más mortíferas en la historia reciente del país.

Tan sólo unos días después, 19 niños de primaria y dos profesoras fueron asesinados en un tiroteo en la Escuela Primaria Robb, en el condado Uvalde. Los estadounidenses miraron horrorizados mientras hombres armados también atacaron desfiles, tiendas departamentales y un club nocturno gay.

A continuación, dos reporteros de The Associated Press que cubrieron el ataque a Uvalde comparten sus experiencias. Acacia Coronado acababa de empezar a trabajar para la AP y era la primera vez que cubría un tiroteo masivo en el lugar de los hechos. Jim Vertuno, veterano de la agencia noticiosa con 26 años de experiencia, ha cubierto por lo menos cinco.

Sobre la situación en el lugar de los hechos y cómo actuar como reportero y también como ser humano allí:

CORONADO:

Fue una noche sobrecogedora. Reinaba un silencio total, en toda la ciudad. En cualquier parte de la ciudad, toda la ciudad estaba en completo silencio. Y donde quiera que nos deteníamos, había gente que nos pedía hallar información. Estuvimos ahí durante horas, con familiares, con gente que había estado allí para apoyar a sus seres queridos. Creo que el detalle que todos vamos a recordar más tiempo: había este silencio que sólo se interrumpía cada vez que una familia recibía noticias. Volvía a reinar el silencio, después gritos, silencio y luego gritos. Había agentes llorando. Había reporteros llorando. Ha sido una de las escenas más tristes que he presenciado en mi vida. Y no había respuestas.

VERTUNO:

Recuerdo a un hombre que caminaba por el estacionamiento. Sólo hablaba a su teléfono una y otra vez, estos sollozos en su teléfono diciendo: “Ella se ha ido, ella se ha ido, ella se ha ido”. Y luego estaba esta mujer. Podía verla de pie sola con este teléfono celular, y le estaba gritando al teléfono y diciendo, tocándose los pies, simplemente descargando su furia hacia la noche. Y algo acerca de ese momento me dijo que no me acercara. No me les iba a acercar en su momento de dolor terrible, terrible.

CORONADO:

Sé que tomamos la decisión de no molestar a los padres aquella noche. Tomamos la decisión de no hacer preguntas a familiares directos, a menos que abiertamente nos invitaran a acompañarlos en ese momento. Y tomamos muchas decisiones instintivas esa noche y en ese momento, y a quién elegíamos acercarnos y qué preguntas elegíamos hacer. Y no sé si lo hicimos perfecto, o si lo hicimos bien. Pero creo que todo se redujo a lo que nuestros corazones nos dijeron que hiciéramos.

Sobre el aprender de la experiencia de tiroteos masivos previos:

VERTUNO:

La experiencia de haberlo hecho funciona a tu favor y en tu contra al mismo tiempo. Con suerte, a través de algo de experiencia aprendes cómo hablar con las familias y escucharlas. Así que recurres a esa experiencia. Pero esa misma experiencia también te paraliza incluso peor, porque conoces el trauma al que te estás introduciendo. Así que es un equilibrio delicado. Tienes que ir y contar la historia de lo que está ocurriendo; no puedes permitir que la emoción te paralice. Para eso estamos allí.

Sobre la información faltante en la cronología, y por qué era importante darlo a conocer:

CORONADO:

En un principio no pensé que los trozos de información que faltaban fuesen una señal de alarma hasta que empezamos a percatarnos de que algunas de esas partes eran falsas. O que los funcionarios se estaban retractando de ellas. Y creo que nos dimos cuenta de que esa sería una parte grande de la historia. Se convirtió en una situación única en la que no podíamos dar por sentada la información que estábamos recibiendo de las autoridades. Así que empezamos a hacer cada vez más preguntas por una cuestión de justicia y respeto a las familias y al público.

Una vez que entendimos que habían pasado 77 minutos antes de que las autoridades enfrentaran al hombre armado, empezamos a preguntar por qué, qué pudo haber cambiado y qué podría haber sido distinto si la respuesta hubiera sido distinta. Las comunidades merecen saber cómo ocurrió eso, porqué pasó eso, y qué puede hacerse distinto en el futuro para evitar que vuelva a suceder una situación así.

VERTUNO:

Es la reafirmación de por qué lo que hacemos es importante, porque fue precisamente la presencia de los medios allí, y la disposición de los medios de escuchar a las familias, lo que sacó a la luz que lo que estábamos escuchando en las versiones oficiales no era cierto. Obligó al cambio en la narrativa y obligó al cambio en la conversación, a ver con ojo crítico la respuesta de la policía y cómo hicieron las cosas. Le doy mucho crédito a las familias que tuvieron el valor de confrontar esa narrativa.

Espero que veamos por lo menos cierto nivel de reevaluación entre la policía sobre cómo responden, y cómo deberían hacerlo.

Sobre cómo se pueden preparar los periodistas para cubrir el próximo tiroteo:

CORONADO:

Creo que esto se ha vuelto algo para lo que te tienes que preparar como periodista. Ahora sé que es algo que siendo realista tendré que volver a cubrir. Y ahora sé que en el momento, hay decisiones con las que me sentí bien y otras sobre las que he reflexionado, que me han provocado pesadillas que me van a atormentar, y por las que he intentado disculparme. Hay momentos en los que deseo que hubiese efectuado mejores preguntas. Hay momentos en los que deseo no haber hecho preguntas. Y creo que lo único que realmente podemos hacer es aceptar esas cosas que nos van a pesar, en nuestros corazones, tras algo tan trágico. Y la próxima vez que ocurra hacerlo mejor.

VERTUNO:

Todo indica que volverá a ocurrir. Y si es así, sólo espero que pueda pasar por ello del mismo modo. No sé, no tengo la respuesta para eso. No sé cómo ir hacia adelante. Porque la idea es sólo seguir haciendo mi trabajo. Y si el teléfono vuelve a sonar, acudiremos allí o a dondequiera que ocurra y espero recurrir a mi experiencia sobre cómo lidiar con las familias y el trauma. No sé cuál es la respuesta. Seguimos adelante. Sólo seguiremos haciéndolo y espero que nunca vuelva a ocurrir.

JFF 

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