Bañistas en llantas inflables flotan el jueves 29 de junio de 2023 en el frío río Comal, en New Braunfels, Texas

Phoenix.- Las olas de calor, como la que envolvió partes del sur y el centro-norte de Estados Unidos y mató a más de una docena de personas, son cada vez más comunes, advirtieron los expertos, que afirman que los fenómenos meteorológicos extremos, que cobran más vidas que los huracanes y los tornados, irán en aumento.

Un domo de calor que mató a 13 personas en Texas y a otra en Luisiana, elevando el consumo de aparatos de aire acondicionado y presionando la red eléctrica, avanzaba hacia el este del país el viernes y se espera que cubra estados como Virginia, Maryland, las Carolinas, Tennessee, Kentucky y Virginia Occidental para el fin de semana. Se pronosticaron niveles de índice de calor de hasta 44 grados Celsius (112 grados Fahrenheit) en partes de Florida durante los próximos días.

Once de las muertes relacionadas con el calor en Texas ocurrieron en el condado Webb, que incluye a la ciudad fronteriza de Laredo. Los muertos tenían entre 60 y 80 años y muchos presentaban otras condiciones de salud, según el médico forense del condado. Las otras dos personas fallecidas fueron visitantes de Florida que murieron cuando caminaban bajo un calor extremo en el Parque Nacional Big Bend de Texas.

Los científicos y expertos médicos señalan que tales muertes causadas por el calor extremo seguirán aumentando en Estados Unidos cada verano si no se toman más medidas para combatir el cambio climático, que ha elevado las temperaturas, lo que hace que la población sea especialmente vulnerable en zonas que no están acostumbradas a temperaturas tan altas.

“Aquí en Boston nos preparamos para las tormentas de nieve. Ahora tenemos que aprender a prepararnos para el calor”, se lamentó Gaurab Basu, director del Centro para el Clima, la Salud y el Medio Ambiente Mundial de la Facultad T.H. Chan de Salud Pública en Harvard.

Plantar más árboles para aumentar la sombra en las ciudades e invertir en tecnología ecológica como las llamadas bombas de calor para enfriar y calentar hogares podría ayudar, añadió Basu.

El calor extremo ya es el más mortífero de todos los fenómenos meteorológicos en Estados Unidos, incluidos huracanes, tornados, incendios forestales e inundaciones.

“Las olas de calor son las más letales porque afectan zonas muy grandes y pueden durar días o semanas”, advirtió Joellen Russell, una climatóloga que da clases en la Universidad de Arizona en Tucson y actualmente tiene una beca Fulbright en Wellington, Nueva Zelanda. “Toman a la gente por sorpresa”.

JFF 

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