Iowa.- El acoso comenzó a intensificarse a medida que el meteorólogo de televisión Chris Gloninger informaba más sobre el cambio climático durante los noticiarios locales: correos electrónicos indignados e incluso una amenaza en caso de presentarse en su propia casa.
Gloninger dijo que lo habían reclutado, en parte, para “sacudir las cosas” en la estación de Iowa donde trabajaba, pero enfrentó una reacción cada vez más violenta. El hombre que le envió una serie de correos electrónicos amenazadores fue acusado de acoso en tercer grado. La estación de Des Moines le pidió luego que redujera su cobertura, enfrentando lo que él llamó una presión comprensible para mantener los índices de audiencia.
Inicié simplemente conectando los hechos entre el tiempo extremo y el cambio climático, y luego el volumen de rechazo comenzó a aumentar de manera muy dramática”, declara en una entrevista con The Associated Press.
Así que, el 21 de junio, anunció que dejaba KCCI-TV y también su carrera de 18 años en el periodismo televisivo.
La experiencia de Gloninger es muy frecuente entre los meteorólogos de todo el país que enfrentan las reacciones airadas de ciertos espectadores por haber relacionado el cambio climático con las temperaturas extremas, las ventiscas, los tornados y las inundaciones en sus informes del tiempo local. Para los meteorólogos que trabajan al aire, la tendencia anticientífica que ha surgido en los últimos años agrava el escepticismo creciente hacia los medios colectivos de comunicación tradicionales.
Muchos meteorólogos dicen que esto refleja un panorama político más hostil que también ha afectado a los trabajadores en una variedad de empleos que antes se consideraban apartidistas, incluidos bibliotecarios, funcionarios de juntas escolares y trabajadores electorales.
Desde hace varios años, añade Gloninger, “las creencias se amplifican más que la verdad y la ciencia basada en evidencias. Y esa no es una buena situación en donde estar como nación”.
El anuncio de Gloninger provocó conmoción durante una conferencia nacional de meteorólogos de radio y televisión en Phoenix, donde muchos compartieron sus propias historias de horror, recuerda Brad Colman, presidente de la American Meteorological Society (Sociedad Meteorológica Estadounidense).
Te dicen: ‘Deberías haber visto este mensaje’ y tratan de tomarlo con una sonrisa, una risa alegre”, relata Colman. “Pero algunos de ellos son realmente aterradores”.
Los meteorólogos han sido objeto de acoso desde hace mucho tiempo, pero eso se ha intensificado en los últimos años, lamenta Sean Sublette, exmeteorólogo de televisión y ahora meteorólogo en jefe del diario Richmond Times-Dispatch, de Virginia.
Más de una vez, ha habido gente que me insulta o me dijo que soy un estúpido, o este tipo de acoso, simplemente por compartir información que no querían escuchar”, agrega.
Hace una década, muchos menos meteorólogos de televisión hablaban sobre el cambio climático al aire, aunque querían hacerlo, explica Edward Maibach, director del Center for Climate Change Communication (Centro para la Comunicación sobre el Cambio Climático) de la Universidad George Mason.
Climate Matters
El canal The Weather Channel dio a su primera reportera del clima, la científica Heidi Cullen, un programa dedicado al tema en 2006. Ella enfrentó una resistencia amarga y sexista de algunos espectadores, entre ellos líderes conservadores, mientras desafiaba a otros meteorólogos de televisión a abordar el calentamiento global en sus informes.
Climate Matters (un juego de palabras entre “El Clima Importa” y “Temas del Clima”), un proyecto financiado por la National Science Foundation (Fundación Nacional de Ciencias), arrancó a nivel de prueba en 2010 y se lanzó por completo en 2012 para respaldar la presentación de informes sobre el cambio climático al proporcionar análisis de datos, gráficos y otros materiales informativos.
Ahora los meteorólogos de televisión de todo el país informan sobre el cambio climático, aunque Maibach dijo que no siempre usan esas palabras. Es cada vez más común mostrar al menos sus efectos, explica, como destacar la tendencia de más días en un año con temperaturas que superan los 32 grados Celsius (90 grados Fahrenheit).
Incluso si ese tipo de reportaje hace eco en la mayoría de la gente, la crítica puede ser la más fuerte.
Si dejas de informar sobre hechos relevantes e importantes de lo que sucede en tu comunidad porque estás escuchando a uno de cada 10, significa que no estás atendiendo a los otros nueve de cada 10”, expresa Maibach.
Algunos meteorólogos han visto crecer el interés público en el cambio climático incluso en estados mayoritariamente republicanos, porque las inundaciones, la sequía y otras condiciones climáticas severas han devastado las tierras de cultivo y los hogares.
JRL