Por: Kashmir Hill de The New York Times en exclusiva para AM

Estados Unidos.- Porcha Woodruff alistaba a sus dos hijas para ir a la escuela cuando seis policías aparecieron frente a su puerta en Detroit. Le pidieron que saliera y le indicaron que estaba arrestada por cargos de robo y robo de auto con violencia.

“¿Es una broma?”, recuerda haberles dicho a los agentes. Woodruff, de 32 años, relató que hizo un gesto para señalar su vientre y hacerles ver que le habría sido muy complicado cometer ese delito: tenía ocho meses de embarazo.

Woodruff tuvo que dejar a sus hijas, que lloraban a mares, a cargo de su prometido. Fue esposada frente a su hogar un jueves por la mañana en febrero y trasladada al centro de detenciones de Detroit, donde afirma que la tuvieron detenida 11 horas. Ahí, la interrogaron sobre un delito del que dijo no saber nada y le quitaron su teléfono móvil para buscar pruebas. 

Tuve contracciones mientras estaba en la celda. Tenía dolores agudos en la espalda. Sufrí espasmos. Creo que tal vez tuve un ataque de pánico”, comentó Woodruff, quien es esteticista certificada y estudiante de enfermería. “Me dolía mucho estar sentada en esas bancas de concreto”.

Las autoridades presentaron frente al tribunal cargos de robo y robo de auto con violencia contra Woodruff, que, después de entregar una fianza personal por 100.000 dólares, fue liberada esa noche. En una entrevista, explicó que fue directamente al hospital, donde le diagnosticaron deshidratación y le administraron vía intravenosa dos bolsas de fluidos. Un mes más tarde, el fiscal del condado de Wayne desechó el caso en su contra. 

Su calvario comenzó con una búsqueda automatizada de reconocimiento facial que funciona con inteligencia artificial, según el informe de un investigador del Departamento de Policía de Detroit. Woodruff es la sexta persona que reporta una acusación falsa a consecuencia del uso de tecnología de reconocimiento facial por parte de la policía que liga el rostro de un delincuente desconocido con una fotografía de una base de datos. Las seis personas eran negras; Woodruff es la primera mujer que ha denunciado haber estado en esta situación.

 

Una cámara de seguridad en la gasolinera BP donde una víctima de robo le dijo a la policía que se había estacionado con una mujer que había recogido en la calle./The New York Times

 

Se trata del tercer caso en el que está involucrada el Departamento de Policía de Detroit, que en promedio realiza 125 búsquedas con reconocimiento facial al año, casi todas de hombres negros, según informes semanales sobre el uso de la tecnología proporcionados por la policía a la Junta de Comisionados de Policía de Detroit, un grupo ciudadano de supervisión. Algunos críticos de la tecnología afirman que estos casos hacen evidentes sus deficiencias y el peligro que representan para las personas inocentes.

El jueves pasado, Woodruff interpuso una demanda por arresto indebido en contra de la ciudad de Detroit ante el tribunal federal de distrito para el distrito este de Míchigan.

La Investigación

Una noche de domingo dos semanas y media antes de que la policía se presentara en la casa de Woodruff, un hombre de 25 años llamó a la policía de Detroit desde una tienda de licores para reportar que había sido víctima de un robo a punta de cañón, según documentos de la policía incluidos en la demanda de Woodruff.

La víctima de robo le dijo a la policía que había conocido a una mujer en la calle temprano ese mismo día. Relató que habían bebido dentro de su automóvil; primero, en el estacionamiento de una tienda de licores donde tuvieron relaciones sexuales, y, luego, en una gasolinería BP. Cuando la dejó en un lugar a 10 minutos de distancia, un hombre que estaba ahí para encontrarse con la mujer sacó una pistola, le quitó a la víctima su cartera y su teléfono y huyó en el Malibú Chevy de la víctima, según el reporte de la policía.

Algunos días después, la policía arrestó a un hombre que conducía el vehículo robado. Una mujer que se ajustaba a la descripción dada por la víctima dejó su teléfono celular en la misma gasolinería BP, según el reporte de la policía.

Un detective de la unidad de robo de automóviles comerciales del departamento de policía obtuvo el video de vigilancia de la gasolinería BP, según dice el documento, y le pidió a un analista de delitos del departamento realizar una búsqueda basada en reconocimiento facial para identificar a la mujer.

Según los documentos de la ciudad, DataWorks Plus es el proveedor de tecnología de reconocimiento facial que utiliza el departamento para comparar rostros desconocidos con una base de datos de fotos policiales de delincuentes; el sistema presenta las coincidencias ordenadas según la probabilidad de que sea la misma persona. Por último, un analista humano se encarga de decidir si alguna de las opciones es un posible sospechoso. El informe policiaco indica que el analista de delitos le dio al investigador el nombre de Woodruff con base en una comparación con una foto policiaca de 2015. Woodruff explicó en una entrevista que la habían arrestado en 2015 porque la detuvieron mientras conducía sin una licencia vigente.

 

Porcha Woodruff, es la primera mujer acusada injustamente como resultado de la tecnología de reconocimiento facial.//The New York Times

 

Cinco días después del robo del auto, según el reporte policiaco, el detective encargado del caso le pidió a la víctima que observara seis fotografías de mujeres negras que había tomado la policía para sus archivos, una práctica que comúnmente se designa “rueda de identificación de seis fotos”. La fotografía de Woodruff era una de ellas. El testigo identificó a Woodruff como la mujer con la que estuvo. Esta identificación fue el motivo de su arresto, según el reporte policiaco (la policía no aclaró si más adelante se acusó a otra mujer en ese caso).

Gary Wells, profesor de Psicología que estudia la veracidad de las identificaciones de testigos, indicó que combinar la tecnología de reconocimiento facial con la identificación de un testigo no debería bastar para acusar a alguien de un delito. Incluso si esa persona que tiene cierto parecido es inocente, si se le pide a un testigo hacer la misma comparación, es posible que repita el error que cometió la computadora.

El precio a pagar

Woodruff afirmó que permaneció estresada el resto de su embarazo. Tuvo que regresar a la estación de policía al día siguiente para recoger su teléfono y compareció en audiencias ante tribunales en dos ocasiones por Zoom antes de que el caso se desechara por falta de evidencia.

“Da miedo. Estoy preocupado. Es común que una persona se parezca a alguien más”, afirmó su abogado, Ivan L. Land. “El reconocimiento facial tan solo es una herramienta de investigación. Si identifica a alguien, deben hacer su trabajo e investigar más. Que toquen a su puerta”.

Woodruff dijo que pasó una vergüenza enorme cuando la arrestaron frente a sus vecinos y que sus hijas quedaron traumatizadas. Ahora, le dicen a su hijo pequeño que estuvo “en la cárcel desde antes de nacer” para molestarlo.

Aunque la experiencia fue todavía peor por lo avanzado de su embarazo, Woodruff comenta que fue una suerte que estuviera embarazada. Cree que eso convenció a las autoridades de que no había cometido el delito. La mujer que participó en el robo no lucía embarazada.

EL DATO: 

Woodruff es la sexta persona que reporta una acusación falsa a consecuencia del uso de tecnología de reconocimiento facial por parte de la policía que liga el rostro de un delincuente desconocido con una fotografía de una base de datos. Las seis personas eran negras.

c.2023 The New York Times Company

JRL

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