Honolulu.- La empresa de electricidad de Hawái reconoció que su tendido eléctrico provocó un incendio forestal en Maui, pero culpó a los bomberos del condado por declarar contenidas las llamas y abandonar el lugar, sólo para que se desatara un segundo incendio forestal cerca y convertirse en el más mortífero en Estados Unidos en más de un siglo.
Hawaiian Electric Company emitió un comunicado el domingo por la noche en respuesta a la demanda del condado Maui culpando a la empresa de no cortar el suministro eléctrico a pesar de los vientos excepcionalmente fuertes y las condiciones secas. Hawaiian Electric calificó esa denuncia como “fáctica y legalmente irresponsable” y aseveró que sus líneas eléctricas en el oeste de Maui estuvieron sin energía durante más de seis horas cuando comenzó el segundo incendio.
En su comunicado, la empresa de servicios públicos abordó la causa por primera vez. Indicó que el incendio de la mañana del 8 de agosto “parece haber sido causado por líneas eléctricas que cayeron con fuertes vientos”. The Associated Press informó el sábado que la posible causa eran cables eléctricos expuestos que podían provocar chispas al contacto y postes inclinados en Maui.
Pero Hawaiian Electric pareció culpar al condado Maui por la mayor parte de la devastación —el hecho de que el incendio pareció reavivarse esa tarde y arrasó el centro de Lahaina, matando al menos a 115 personas y destruyendo 2.000 estructuras.
Richard Fried, un abogado de Honolulu que trabaja como coabogado en la demanda del condado Maui, dijo que si sus líneas eléctricas no hubieran causado el incendio inicial, “todo esto sería debatible”.
“Ese es el mayor problema”, dijo Fried el lunes. “Pueden bailar alrededor de esto todo lo que quieran. Pero no hay explicación para eso”.
Los videos e imágenes analizados por la AP confirmaron que los cables que iniciaron el incendio de la mañana se encontraban entre kilómetros de cables que la empresa de servicios públicos dejó expuestos a la intemperie y al follaje, a menudo espeso, a pesar de una reciente presión de las empresas de servicios públicos en otras áreas propensas a incendios forestales y huracanes para tapar sus cables o enterrarlos.
JFF