Woodside, California.- El presidente estadounidense Joe Biden y el líder chino Xi Jinping se reunieron en persona el miércoles por primera vez en más de un año, dándose un firme apretón de manos previo a conversaciones que repercutirán en un mundo afectado por guerras en el Medio Oriente y Europa, crisis económicas, tensiones por Taiwán y otros temas.
Los dos líderes, reuniéndose en una bucólica mansión rural en las afueras de San Francisco, están tratando de restablecer la comunicación tras un año turbulento y mostrarle al mundo que, si bien son competidores, no están enfrascados en una lucha por ganarlo todo.
Biden llegó primero y esperó por Xi, quien se bajó de un vehículo negro y le dio la mano. Seguidamente los dos mandatarios caminaron por una alfombra roja hacia la enorme entrada de la mansión, que tenía a un lado la bandera estadounidense y al otro, la china. Cinco infantes de marina estaban firmes de pie.
“Para dos países grandes como China y Estados Unidos, darse la espalda el uno al otro no es una opción”, dijo Xi a través de un traductor. “El planeta Tierra es lo suficientemente grande para que los dos países tengan éxito”.
Biden señaló que los dos líderes se conocen desde hace años, pero no siempre han estado de acuerdo, y destacó lo importante que fue su reunión en persona el miércoles.
“Es fundamental que usted y yo nos entendamos claramente, de líder a líder, sin conceptos erróneos ni faltas de comunicación”, dijo Biden.
Desde la última vez que se reunieron, las relaciones ya tensas se han deteriorado aun más por el derribo de un globo espía chino en Estados Unidos, discrepancias en torno a Taiwán, el hackeo de los emails de un funcionario estadounidense por parte de China y otros incidentes.
Biden previsiblemente le dirá a Xi que China debería usar su influencia con Irán para decirle que ni sus propias fuerzas ni sus milicias aliadas deben inmiscuirse en la guerra entre Israel y Hamás. Estados Unidos considera que China, importante comprador de petróleo iraní, tiene gran influencia sobre Irán, que es un patrocinador de Hamás.
Previo al encuentro, funcionarios de la Casa Blanca aseguraron que Biden saldría con resultados mejores y más tangibles en comparación con el encuentro previo en noviembre de 2022 en Bali, Indonesia. Habrá acuerdos por parte de China para ayudar a detener el flujo de ingredientes usados para la fabricación del fentanilo, y para restablecer las comunicaciones entre los respectivos sectores militares, algo que se ha vuelto sumamente importante debido a que han aumentado los incidentes entre las fuerzas navales de las dos naciones.
El martes, Biden calificó el encuentro como una oportunidad para que las comunicaciones entre Washington y Beijing vuelvan “a una trayectoria normal”.
Pero el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Biden “no le temerá a la confrontación cuando se necesite la confrontación, cuando surjan temas de discrepancia”.
“Tampoco le temeremos, y no debemos temerle, como nación confiada, a usar la diplomacia en áreas en que podemos cooperar con China, como por ejemplo el cambio climático o la tecnología limpia”, añadió Kirby.
JFF