El presidente Joe Biden y el gobernador de Utah, Spencer Cox, no están de acuerdo en muchos temas, pero el sábado se unieron para pedir menos amargura en la política y más bipartidismo.
“La política se ha vuelto demasiado amarga personalmente“, lamentó Biden, quien ha practicado la política desde que fue electo al Senado de Estados Unidos en 1972. “Simplemente ya no es como antes”.
El presidente demócrata hizo sus declaraciones cuando brindaba por los gobernadores de la nación y sus cónyuges en una cena de gala en la Casa Blanca en su honor.
Biden dijo que lo que lo hace “sentirse bien” al recibir a los gobernadores es que “tenemos una tradición de hacer cosas juntos. Luchamos duramente, nos aseguramos de transmitir nuestros puntos. A final de cuentas, sabemos para quién trabajamos. El objetivo es hacer las cosas”.
Cox, republicano y presidente de la Asociación Nacional de Gobernadores, precedió a Biden al atril debajo de un imponente retrato de Abraham Lincoln sobre la chimenea del Comedor Estatal.
El gobernador de Utah dijo que la asociación “se remonta a otra época, otra era, cuando trabajábamos juntos a través de líneas partidistas, cuando no había ningún peligro político en aparecer con alguien del otro lado del pasillo y tenemos que mantener esto, tenemos que mantener esto, no podemos perder esto”, dijo.
Cox encabeza una iniciativa llamada “Disagree Better” que tiene como objetivo reducir las divisiones. Anteriormente en el programa había bromeado diciendo que él y Biden podrían estar cometiendo una “destrucción mutua asegurada” al aparecer juntos en la Casa Blanca, ya que ambos se postulan para la reelección este año.
La vicepresidenta Kamala Harris y su esposo, Doug Emhoff, se encontraban entre los secretarios del gabinete y funcionarios de la Casa Blanca que se sentaron entre los gobernadores.
DMD