Oaxaca.- La Oposición en Oaxaca logró ayer una segunda alternancia.
El PRI otra vez se resquebrajó y perdió este bastión que había recuperado en 2016.
El tricolor postuló a Alejandro Avilés, un candidato gris y cuestionado por haber ordenado un vuelo para que su familia vacacionara en la costa oaxaqueña cuando fue secretario de Gobierno con el actual Mandatario Alejandro Murat.
Los otros contendientes no pintaron.
El morenista Salomón Jara no requirió mayor trabajo para ganar la elección.
Tuvo el respaldo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien visitó la entidad más de 30 ocasiones, con Murat en papel de aliado.
En sus actos de campaña Jara copió las frases del tabasqueño.
“Primero los pobres”, “Amor con amor se paga”, y llamados a combatir la corrupción.
“¿Conocen al cabecita de algodón?, pues déjenme decirles que Jara es el consentido del cabecita de algodón”, presumió ayer Clarissa, una animadora de Morena.
“Les dimos una paliza electoral”, gritó Clarisa en el festejo realizado anoche en la Alameda de Oaxaca, entre trompetazos de las bandas que fueron contratadas para animar el evento.
“No los veo aplaudiendo”, se desesperó Clarisa.
José, el otro animador, subrayó que por primera vez un gobierno de izquierda administrará esta entidad de 570 municipios.
Habitantes de la entidad sureña auguraron sobre el resultado: “Ya está cantado”, “La plaza está entregada”.
“Estoy muy feliz por el apoyo que me ha dado. La jornada ha sido ejemplar, la información y las actas que tenemos hasta ahora nos dan una victoria histórica, una victoria irreversible”, festejó Jara en un hotel que utilizó como cuarto de guerra.
“Hoy ganó la esperanza, el anhelo por el cambio. Un pueblo que ha luchado por décadas. Ya quitamos un régimen autoritario, viene una nueva etapa. Dejamos atrás fraudes, pobreza y corrupción. Se demostró que Oaxaca es un pueblo obradorista”, presumió.
Jara, ex perredista y operador de Morena en Oaxaca, adelantó que no tolerará la corrupción y la impunidad.
“Sea quien sea, donde advertencia no hay engaño, así sean compañeros de lucha o familiares”, lanzó desde el templete mientras la gente se iba de la Alameda.
También prometió encabezar un gobierno austero.
“Seguiré recorriendo todos los municipios. Mi gobierno no será de escritorio. No habrá corrupción, contubernios ni coacción”, prometió.
Aunque dijo que su único compromiso es con el pueblo, ofreció privilegiar a los empresarios locales.
Jara se comprometió a atender los añejos conflictos que tiene la entidad.
“Tengo 50 años oyendo lo mismo. Todos los políticos se tapan, roban y no cumplen.
Ya me la sé”, dijo un taquero que se quejó del alto volumen de las bocinas en el discurso.
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