Ciudad de México.- Greenpeace México urgió a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negar las autorizaciones a las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIAs) de los Tramos 6 y 7 del Tren Maya.
Tras realizar análisis técnicos sobre ambos documentos, por tercera ocasión la organización ambientalistas dijo que detectó que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) presentó información insuficiente, falsa y poco precisa para evaluar el efecto que provocarán las obras de dichos tramos.
Por lo tanto, la agrupación considera imposible evaluar los peligros y daños que ocasionará tal construcción a las personas, a los sistemas kársticos, a los sitios arqueológicos y al ecosistema, apuntó en un comunicado.
“Greenpeace hace un llamado a dejar de simular y proteger la selva maya. Las Manifestaciones de Impacto Ambiental deben ser negadas por poner en riesgo sitios considerados como Patrimonio de la Humanidad, corredores biológicos cruciales para la preservación de especies en peligro de extinción, violar tratados internacionales y derechos humanos”, señaló.
Ven riesgo para conservación por Tren Maya
Los cerca de 254 kilómetros del Tramo 6 Sur están planeados entre Tulum y Bacalar. Según Greenpeace, Fonatur no sólo contraviene ordenamientos territoriales de la zona, sino que el trazo pretende atravesar distintas regiones de importancia para la conservación.
Por ejemplo, Tulum-Xpuha, Sian Ka’an y Bahía Chetumal, consideradas como Regiones Marinas Prioritarias (RMP). También Cenotes Tulum-Cobá, Río Hondo y Humedales y lagunas de la Bahía de Chetumal, que son Regiones Hidrológicas Prioritarias (RHP).
Ya que el Tramo 6 se ubica a 2.5 kilómetros de la Reserva de la Biosfera Sian Ka’an, Greenpeace estima probable que se presente un efecto de borde en esta Área Natural Protegida (ANP) inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Se refiere a alteraciones ecológicas vinculadas a la aparición repentina de bordes artificiales en fragmentos de bosques.
El Tramo 7, por otra parte, está previsto que tenga una longitud de casi 287 kilómetros e irá de Bacalar a Escárcega. Greenpeace determinó que incide directamente en la Reserva de la Biosfera Calakmul y en la Antigua Ciudad Maya y bosques tropicales protegidos de Calakmul, otro sitio enlistado como Patrimonio Mundial.
También impactaría en la Reserva de la Biosfera Caribe Mexicano, en una ANP estatal conocida como Balam-Kú y en numerosas Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC).
De acuerdo con la agrupación ambientalista, la Semarnat no debe autorizar la construcción del Tramo 7 sin notificar primero al Comité del Patrimonio Mundial para que intervenga en la búsqueda de soluciones con el fin de garantizar la plena conservación de Calakmul.
Si no lo hace, existe el riesgo de que sea incluido en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro y, eventualmente, pueda dejar de ser un Patrimonio Mundial, alertó Greenpeace.
Y para biodiversidad
Las ANPs de Calakmul y Balam-kú son parte de un corredor biológico natural que conecta a los ecosistemas de Centroamérica con la Península de Yucatán. Gracias a su conservación, ocurre movimiento de fauna importante para la dispersión de especies como el jaguar y el tapir centroamericano, ambos considerados en peligro de extinción en México, según la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Además, en Balam-kú se encuentra el Volcán de los Murciélagos. Al ser especialmente vulnerable a la construcción de vías férreas y que ya se han registrado problemas de derrumbes, la construcción del Tren Maya amenaza la integridad de alrededor de 3 millones de murciélagos, afirmó la ONG.
“La construcción y funcionamiento del Tramo 6 y 7 del Tren Maya exacerbarán los efectos de barrera, atropellamientos, bloqueo del paso de la fauna y efecto de borde como el ruido”, indicó Viridiana Lázaro, campañista de Greenpeace México.
“Tales impactos, junto con las tendencias de cambio de uso del suelo, la línea de transmisión eléctrica y otros elementos que actúan de manera sinérgica disminuirán la calidad del hábitat en general y acelerarán la pérdida de biodiversidad en la región”, destacó.
Denuncian violaciones a la ley
Al igual que lo hizo tras analizar los Tramos 5 Sur y Norte, Greenpeace denunció violaciones a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) argumentando que las obras iniciaron sin contar con autorizaciones correspondientes, dado que en la MIA del Tramo 6 se muestran evidencias del comienzo de actividades y despalme.
“Se pretende avanzar en el Tramo 6 y 7 del Tren Maya sin tomar en cuenta la ley, como está pasando con el Tramo 5 que les antecede, pasando por encima de los derechos de las mexicanas y mexicanos y poniendo en riesgo uno de los sitios más biodiversos de México”, recalcó la organización.
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