Tamaulipas.- El 15 de abril del 2021, el poblado Los Algodones, en este municipio de Tamaulipas, fue sorprendido por una fuerte fuga de hidrocarburo de un pozo exploratorio de Pemex y luego por la movilización de cuadrillas de la paraestatal que debían frenarla.
Dos años después, el derrame sigue sin control, lo que ha provocado un ecocidio que amenaza la salud de los habitantes y ha devastado la actividad económica.
La respuesta de Pemex ha sido negar el desastre, pese a la evidencia, y culpar a una empresa privada.
En tanto, la contaminación ya llegó a las aguas de la Laguna Madre y ríos, haciendo imposible la pesca y otras actividades en más de 7 kilómetros a la redonda y afectando a más de 800 familias, que no cuentan con ingresos ni apoyos.
No ha pasado absolutamente nada (en dos años)”, señaló la ambientalista Mayra Bautista Soto.
Hicieron una cimentación, pero falló y a partir de ahí sigue saliendo materia de gas”.
En un comunicado, Pemex aseguró el pasado jueves que el pozo que detonó el desastre pertenece a una empresa llamada Pantera que, según Bautista, está ligada a Jaguar Exploración y Producción de Hidrocarburos, con sede en Nuevo León.
Pero los ambientalistas reprobaron que la paraestatal busque deslindarse.
Es ilógico que los señores de Pemex digan que ellos no son responsables”, explicó Bautista, “cuando la licitación ellos se la dieron a la empresa Pantera, pero el dueño sigue siendo Pemex.
JRL