Guerrero.- Familias de una colonia de Chilpancingo, cuyas viviendas resultaron afectadas por el desgajamiento de un cerro, exigieron el apoyo de los Gobiernos federal y estatal para su reubicación.
Este viernes, unas cien personas de la colonia Primero de Mayo abandonaron sus casas luego del derrumbe de un cerro; la mitad de pobladores se fue a vivir con algunos familiares y otros quedaron alojados en un albergue que habilitó el Ayuntamiento de la capital guerrerense.
La mayoría de los damnificados aceptó quedarse en un gimnasio de la Unidad Deportiva de la Universidad Autónoma de Guerrero (UaGro), en donde solamente duermen.
Este domingo, el almuerzo que la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, les prometió a las familias, llegó a las 12 del día.
“Hay pequeños problemas pero se están corrigiendo”, dijo Asunción Martínez, uno de los afectados.
“El único Gobierno que nos está apoyando es el del Municipio, pero hasta ahorita los Gobiernos estatal y federal nos han dado la espalda”, dijo.
“Para una reubicación de toda la gente se requiere de muchos millones de pesos y obvio el Gobierno Municipal de Chilpancingo no tiene ese recurso”, añadió.
Según Asunción Martínez, el desgajamiento de ese cerro no hubiese ocurrido si las autoridades municipales de Chilpancingo hubieran terminado una obra de un aluvión que sirve para contener la tierra.
“Desde hace 25 años, esa obra quedó tirada y ahora, pues ahí están las consecuencias del derrumbe de ese cerro y, por fortuna no se registró una tragedia”, acusó.
Luego del derrumbe, las autoridades locales evacuaron de sus casas a los vecinos.
Las familias dijeron que llevan muchos años viviendo en esta colonia y todos sus documentos están en regla y, jamás el Ayuntamiento les advirtió que iban a vivir en una zona de alto riesgo.
“Desde hace muchos años se han venido desprendiendo pequeños trozos del cerro, pero ahora se dejó venir todo”, dijo otro damnificado.
La gente regresa durante el día a su colonia para inspeccionar si en sus casas no han habido saqueos.
En la Primero de Mayo fue asignada una patrulla de la Policía municipal para vigilar que no haya robos a las pertenencias de los afectados.
“Estamos en un albergue en donde dormimos, pero queremos que tener nuestra casa”, urgió Asunción Martínez.
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