Estados Unidos.- Una investigación de la Universidad Estatal de Colorado ha descubierto que los trabajadores de salones de belleza que se dedican a poner uñas de acrílico suelen tener una exposición a químicos similar a quienes trabajan en talleres mecánicos e incluso en refinerías.
Los clientes que reciben manicuras y pedicuras soportan el olor temporalmente, pero los manicuristas que inhalan estos productos químicos por evaporación durante horas se exponen a riesgos para la salud”, aseguran los autores Lupita D. Montoya y Aaron Lamplugh, en entrevista con AP.
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De acuerdo con los investigadores, los esmaltes y quitaesmaltes utilizados para las uñas pueden provocar problemas de salud que van desde dolores de cabeza y problemas respiratorios, hasta “complicaciones reproductivas y cáncer”.
Riesgos para la salud
La investigación, realizada en seis salones de belleza durante varios años, descubrió que quienes trabajan colocando uñas de acrílico están expuestos a químicos cancerígenos como benzeno y forlmadehído.
En algunos casos, esto implica un riesgo significativo de contraer cáncer por una exposición de más de 20 años”, expusieron.
Los investigadores aseguran que la exposición de hidrocarburos aromáticos como benceno, tolueno, etilobenceno y xilenos (grupo de químicos identificado como BTEX) que sufren quienes colocan uñas es similar a la de quienes trabajan en refinerías.
Este no es el único estudio que así lo indica. Una investigación similar en Iran encontró altas exposiciones a estos químicos en los salones de belleza.
Uno de los mayores riesgos es que muchas veces los productos no están correctamente etiquetados, lo que los hace parecer menos dañinos. Una investigación realizada por la Agencia de Protección Ambiental de California descubrió que 10 de 12 productos para uñas etiquetados como “libres de tolueno”, en realidad contenían 17% de tolueno.