La ceremonia se llevará a cabo en la abadía de Westminster en Londres y comenzará con la “Procesión del Rey”, la cual saldrá del Palacio de Buckingham.
Son varios los detalles que se consideran para el evento de la realeza, desde el número de invitados, las piezas musicales seleccionadas por el propio Carlos III, los protocolos litúrgicos y hasta la vestimenta de los reyes.
¿Cómo será la corona de Carlos III?
Desde hace meses atrás, Londres y el Reino Unido han vivido jornadas intensas de preparativos y ensayos celebrados al interior de Buckingham y en las calles de la capital británica.
Y aunque los detalles del evento se han dado a conocer a cuentagotas, uno de los que más llamó la atención tiene que ver con la corona del futuro Rey Carlos III.
Como lo indica la tradición real, Carlos III utilizará 2 coronas a lo largo de la ceremonia. Una de ellas corresponde a la de San Eduardo, pieza que se aloja en la Torre de Londres.
La corona incluye un marco de oro sólido de 2,2 kilogramos con incrustaciones de rubíes, amatistas, zafiros, granates, topacios y turmalinas. Por la parte baja tiene terciopelo morado y una banda de armiño blanco.
¿Cuál es la relación del armiño blanco y la corona de Carlos III?
El armiño es un mamífero carnívoro perteneciente a la familia Mustelidae, la cual habita en gran parte de Europa en bosques y estepas. También se le conoce como Mustela erminea y se encuentra en campos abiertos.
El armiño blanco tiene un cuerpo pequeño, alargado y flexible. Aunque su rasgo distintivo es el pelaje, el cual varía en la temporada del año. Por ejemplo, se torna blanco con la llegada del invierno.
Para la corona se eligió el pelaje del armiño blanco por ser un símbolo de estatus entre la aristocracia.
Por otra parte, al final de la ceremonia Carlos III cambiará la corona de San Eduardo por la Imperial del Estado, más ligera y adecuada para la procesión de regreso al palacio.
Según lo dio a conocer la Familia Real, la corona de San Eduardo fue la misma que Isabel II portó durante su nombramiento en 1953. La joya británica más antigua y pesada fue adaptada para que la utilice Carlos III con una versión “modernizada”.