¡Dios salve al Rey! La llegada al trono de Carlos III representa la esperanza y la unión en los tiempos difíciles que atraviesa el Reino Unido.
Aunque con una popularidad menor que la de su madre, la reina Isabel II, y que la de su heredero, Guillermo, príncipe de Gales, los ingleses acogen con entusiasmo la nueva era que representa la monarquía moderna, pero que mantiene la historia y las tradiciones.
Desde hace 70 años, el mundo no presenciaba una coronación de un monarca británico, siendo el de la reina Isabel II en 1953 el último que se había tenido, más de medio siglo después, este evento sin precedentes es tan solo el comienzo del reinado simbólico y oficial del rey Carlos III y su reina, Camila.
La ceremonia de Coronación inició a las 10:20 horas (02:20 zona centro de México) en el Palacio de Buckingham con la ceremonia de procesión del rey.
Después, Carlos III y Camila se trasladaron en la carroza del Jubileo de Diamante hasta la abadía de Westminster, pasando por “The Mall” (paseo emblemático de los actos de la monarquía británica) siendo vitoreados a su paso, por miles de ingleses y turistas que han estado acampando desde hace días en las calles.
Guillermo el príncipe de Gales y sus hijos Jorge, Carlota y Luis tuvieron una participación destacada en la ceremonia de entronización de Carlos III en la abadía de Westminter; y a su llegada, nobles de todos los continentes robaron la atención brevemente.
Es la primera vez que en una coronación, asisten reyes de otras naciones, como fue el caso del rey Felipe y la reina Letizia de España; El rey Carlos Gustavo de Suecia; El rey Felipe y la reina Matilde de Bélgica; La reina Ana María, viuda de Constantino de Grecia; Jigme Khesar Namgyel Wangchuck, rey de Bután y la reina Jetsun Pema, entre otros.
Así como celebridades del mundo del espectáculo como Tom Cruise, David y Victoria Beckham, Lionel Richie y Katy Perry.
Carlos III acompañado de Camila, entró por la puerta oeste de la abadía de Westminster hasta llegar al altar, mientras se tocaban piezas musicales seleccionadas por el mismo rey de Inglaterra.
A partir de este momento los simbolismos se hicieron presente, cuando el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, presenta a Carlos III ante el pueblo inglés como su nuevo rey, dedicando unas palabras, después los congregados gritaron el himno de generaciones de reyes “God Save the King” (Dios salve al rey).
(Con información de Teresa Ortega Pompa)
AM