Guanajuato capital, Guanajuato.- La familia de Celeste Nava Jiménez, la profesora de la UG y de la ENES UNAM que fue víctima de intento de feminicidio en Guanajuato capital, aceptó la sentencia de 10 años de prisión para los tres autores del crimen solo por tranquilidad, sobre todo de las dos hijas menores de edad de ella (5 y 10 años), pero no se sienten satisfechos con ésta.

“Es para cerrar un ciclo” y seguir con sus vidas, compartieron con AM

“Dijimos: “Por 5 años (que es la pena mínima para intento de feminicidio) más, ¿vale la pena?””, comentó Fabiola Nava Jiménez, hermana de Celeste, agregando que su familia no apelará la condena de 10 años por intento de feminicidio.

“Nos quedamos con los 10 años. Pero fue una decisión muy difícil. Y no estoy hablando del dinero, estoy hablando de la pena en años. Porque como familiares de Celeste, ni 100 años serían suficientes para aliviar o para reparar la pérdida. Y tampoco 100 millones hubieran bastado. Es más, no hay cantidad monetaria que baste para decir: “ok, con esto me quedo satisfecha”. Es invaluable, no hay precio, es completamente invaluable”, agregó en entrevista con AM.

En cuanto a la reparación del daño, consideró que éste no es integral, adecuado, ni eficaz, y sobre todo, no es proporcional a la gravedad del daño causado a Celeste y la consecuente afectación sufrida. 

“El estado en que se encuentra Celeste  es más cercano de la muerte que de la vida”, expresó durante la audiencia judicial del miércoles, minutos antes de que se emitiera la sentencia que recibieron el miércoles David, ex esposo de Celeste y autor intelectual del crimen, Mario y Enrique, autores materiales de la tentativa de feminicidio. 

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Aceptan proceso abreviado por el bien de las hijas de Celeste

En la entrevista con AM, la hermana de Celeste, la docente víctima de intento de feminicidio, explicó que los 724 mil pesos que tendrá que pagar David, exesposo de la víctima, por la reparación del daño de haber mandado matar a su exesposa 12 días después de haber firmado el divorcio, “es una justicia muy simplista, muy superficial, es un ejercicio de justicia”.

Explicó que aceptaron el proceso abreviado que les propuso el Ministerio Público porque el proceso de llevar el juicio fue muy desgastante no solo económicamente, si no también anímicamente.

Vislumbraron lo que pudiera haber sido un juicio largo, lo que les resultó especialmente preocupante para la estabilidad de las hijas de Celeste, que acuden a terapia psicológica desde que ocurrió el intento de feminicidio de su madre, el 28 de octubre de 2020.

“Eres solo un número de expediente”: Denuncian insensibilidad de dependencias

Fabiola Nava denunció además ante AM todo el periplo burocrático que tuvo que sufrir de septiembre de 2021 a marzo de este año para poder conseguir el apoyo en especie de artículos de limpieza para atender a su hermana Celeste, quien desde el intento de feminicidio que sufrió, está postrada en una cama, inconsciente, y de quien se hace cargo.

“Eres un número de expediente y así te lo dicen, pero hay una deshumanización en esto. Les quedan grandes los zapatos, no están viendo. Quiero dejar claro que falta mucho en las instituciones para ver por las víctimas, desgraciadamente éste no es un caso esporádico”, lamentó.

Primero fue en la Unidad de Atención Integral a las Mujeres (UAIM), de la Fiscalía del Estado, y luego por parte de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas.

“¡Qué desperdicio de recursos!. Y no me refiero a que no te den una palmada, sino que este caso de Celeste es un número más. Si no presionas, el asunto se va arrumbando”, compartió.

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Aclaró que el Servicio de Atención a Víctimas, también de la Fiscalía del Estado, pero que es otra oficina diferente a la UAIM, ahí sí el servicio fue muy bueno, incluso ejemplar. Pero le informaron que tenían un límite de atención. 

Así que la mandaron a la Comisión Estatal de Víctimas, dirigida por Jaime Rochín, donde le hicieron perder dos meses y al final no le ayudaron en nada.

En septiembre de 2021, el Servicio de Atención a Víctimas envió un oficio a la Comisión Estatal de Víctimas. Llegó diciembre y no tenía respuesta. 

“Fue un lío para conseguir el teléfono. El que aparece en la página de internet es el personal del director”, compartió, agregando que además nunca le contestaron.

Como pudo, Fabiola encontró cómo comunicarse a finales de enero de 2022, pero se encontró con la sorpresa de que le dijeron que la Comisión no tenía oficina y cada empleado tenía que utilizar su celular personal y trabajar desde donde pudiera.

Además, le informaron que no les había llegado ningún oficio ni tampoco tenían conocimiento de nada del caso de Celeste

Lo cual le pareció inaudito a Fabiola Nava, porque no entiende cómo es posible que la Fiscalía del Estado y la Comisión Estatal de Víctimas no estén interconectadas con un sistema donde la segunda pueda consultar los expedientes de la primera. 

“Cada vez hay que empezar desde cero. Y es lo mismo en el DIF municipal y en el DIF estatal”, reprochó. 

Así que el 24 y 26 de enero tuvo que volver a entregar su petición de apoyo para los artículos de higiene para asear y atender a su hermana, como pañales y toallitas. Y el 22 de febrero ya envío una cotización con el agregado de incluir precios y tres proveedores posibles.

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Finalmente, le respondieron que la Comisión no tenía dinero y la mandaron al DIF estatal, donde nuevamente le dijeron que desconocían el caso de su hermana. 

“Yo casi termino llorando con esa llamada. Porque me dijeron: “No tenemos ese oficio, ¿quién lo mandó?, ¿cuándo lo mandó?””. 

Mientras buscaban el oficio, le pidieron que llenara formatos. Al final sí le ayudaron, hasta marzo de 2022, seis meses después de que se había hecho su primera petición a la Comisión Estatal de Víctimas.

MCMH

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