Guanajuato, Guanajuato.- Ni la fuerte lluvia, impidió que más de 12 mil personas se reunieran en el jardín Florencio Antillón para disfrutar de la edición 274 de la apertura de la Presa de la Olla. La cual una vez más fue todo un éxito, pues por más de dos horas fue posible apreciar la cascada del agua.
Este año la tradicional apertura fue especial debido al nivel del agua que el embalse pudo captar gracias a las lluvias que empezaron oportunamente el día de San Juan. Para el mediodía de este lunes cayó una intensa llovizna que empapó a los cientos de personas que ya se encontraban tanto en el jardín como a los costados de las compuertas.
Y aunque llovió por casi toda la hora, nadie se movió de sus lugares. Minutos antes de la una de la tarde, hora marcada desde hace años para el inicio de la apertura, se detuvo la llovizna, como si el cielo se hubiera puesto de acuerdo para darle un poco más de agua a la presa y permitir un espectáculo impresionante.
Y en punto de la una de la tarde, el gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo; el presidente municipal, Alejandro Navarro Saldaña, y otras autoridades de ambos órdenes de gobierno, acompañaron la cuenta regresiva y agitaron sus pañuelos blancos, para que al momento se abrieran las compuertas al compás del vals “Sobre las olas”, del compositor guanajuatense Juventino Rosas, melodía que acompañó el comienzo de la cascada, como se acostumbra desde hace años.
Muy contento con la gente, gracias a Dios me ha tratado muy bien la gente estos seis años. Como dijo José Alfredo, esto es lo que se lleva uno, el cariño de la gente y nada más”, comentó Rodríguez Vallejo para AM, sobre su última apertura.
Quienes estaban en un lugar privilegiado tomaron fotografías y videos para el recuerdo. Otros aprovecharon el momento para saludar a las autoridades, el más popular fue el Gobernador, quien al igual que el Alcalde vivió este 2024 su última apertura; pues las personas lo detenían a su paso para saludarlo o pedirle una fotografía.
“Me la pasé muy divertida y muy contenta, es la primera vez que vengo, yo soy de León y fue muy bonito. Me lo contaban mucho porque mi esposo era de aquí, pero por su trabajo no podíamos venir. Son tradiciones que no se deben de terminar, es algo muy bonito, muy alegre”, dijo María Socorro Villegas, quien aprovechó para retratarse con el Gobernador.
Me gustó mucho su gestión, es un hombre con mucha visión hacia adelante, le deseo lo mejor en su nueva etapa”, añadió.
La caída del agua duró poco más de dos horas y mientras unos se deleitaban con la cascada, otros se formaron para recibir de las autoridades una guacamaya con mucha salsa o un agua fresca, como también se acostumbra.
“Estoy muy contento por esta apertura, porque la presa sí se llenó y tiene muchísima agua, y el hecho de que haya llovido un poco antes la hizo verse mucho mejor, y eso habla de la abundancia, la temporada de lluvias y la fertilidad”, mencionó el Alcalde.
Renueva el agua la lluvia
Eduardo Vidaurri y Aréchiga, cronista de Guanajuato Capital, explicó que la arquitectura de la Presa de la Olla no tiene un sistema para la limpieza continua del agua, desde 1750 anualmente se abren las compuertas para que el agua estancada se desfogue.
“A partir de 1750 es tradición, como se trata de un sistema de ingeniería antiguo, rústico, pues se tiene que vaciar porque el agua que se conserva en esa presa se echa a perder. Es necesario que si la temporada de lluvias está sana, vigorosa, y empieza a caer con abundancia, se tire esa agua y se renueve con la lluvia que está cayendo”, mencionó el cronista.
Cabe destacar que se elige julio por ser un mes en el que llegan las lluvias a la ciudad, ya que así sale el agua estancada para que se renueve con la que cae.
La tradición de ir a ver la apertura nació por curiosidad de la población, pues se avisaba que se abriría la compuerta para que no hubiera algún accidente. Sin embargo, la gente prefería ver cómo caía el agua.
En julio de 1847 se celebró por primera vez la apertura de la presa de manera solemne, en ese entonces Lorenzo Arellano era el gobernador de Guanajuato.
Esta festividad, una de las más antiguas y más importantes de Guanajuato Capital, se llevó a cabo sin incidencias y tuvo una de las caídas de agua más espectaculares de los últimos 10 años, desde que fue declarada Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Guanajuato.
Disfrutan en familia de Apertura de la Presa de La Olla
Cientos de familias se dieron cita en la Presa de La Olla para ver caer el agua, subirse a los juego mecánicos y comer antojitos mexicanos, el día sin duda fue bueno para todos pues los comerciantes tuvieron buenas ventas.
Desde las 10 de la mañana de este lunes 8 de julio, las familias comenzaron a llegar a la Presa de la Olla para apartar un buen lugar, algunas se subieron a las bardas de los edificios contiguos, mientras que otras no se separaron de las compuertas. Incluso, aunque momentos antes de la apertura, cayó una fuerte lluvia.
Isabel y Rafael, originarios de Nonoalco, Estado de México, llegaron desde el viernes a Guanajuato Capital para vacacionar, pero en especial para disfrutar de la apertura de la presa. Y es que la familia de Isabel es guanajuatense y siempre le había presumido lo bonito de la tradición.
“Yo soy de aquí, mi familia siempre me platicaba de la presa y teníamos ganas de verla”, dijo Isabel al dejar clara su emoción de ver por primera vez la caída del agua.
Luego de que comenzara la caída de agua, los presentes ahora sí dieron paso al antojo, pues como es costumbre, comerciantes de diferentes municipios ofrecen una gran variedad de comida con menús para todos los paladares.
Cada año vendemos aquí y en La Cueva, ya la gente nos ubica. Nosotros vendemos también en León , pero viniendo a la presa tenemos ya 15 años sin interrupciones, nomás la pandemia que no hubo. Mucha gente viene año tras año a la tradición y debe que seguirse así”, comentó Araceli Estrada, comerciante de frutas y frituras preparadas.
Además de la comida, las personas también pudieron conseguir artículos de limpieza, juguetes, ropa, calzado, cosméticos, artículos para el hogar, entre otras cosas.
Mientras que para los pequeñines hubo juegos de canica, máquinas de premios, juegos de pesca y dardos.
Sí todavía la gente nos busca en todas las ferias porque a los niños les llama mucho la atención jugar a las canicas para ganarse un premio, tienen esa ilusión, es la tradición”, declaró Patricia, quien tenía un puesto de canicas de feria.
Por supuesto, no podían faltar los juegos mecánicos, para los niños había brincolines y carruseles de carros y animales. Mientras que los más arriesgados eligieron entre la rueda de la fortuna y los dragones.
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