Moroleón, Guanajuato.- 106 años de vida no se cumplen todos los días y la señora Ana María Pizano Guzmán lo sabe, por lo que los celebró a lo grande, agradecida con Dios y su familia, pues lo que más atesora es la compañía de los suyos.
Afirmó que ama Moroleón, ciudad que prácticamente vio crecer con el paso del tiempo.
Al mediodía se celebró una misa de agradecimiento en la parroquia de Cristo Rey para luego dar inicio al festejo, pues Ana María sigue platicadora, como la recuerdan muchos, y con el espíritu alegre.
Familiares aprovecharon para platicar con ella y tomarse una foto, y además de llevarle regalos, también pusieron el ambiente para que su mamá, abuela y bisabuela se divirtiera.
“Si Diosito me da licencia, todavía cuando puedo me pongo a hacer las cosas, a recoger, a cocinar, no estoy en mi cama, mis hijos me ayudan a hacer todo, mis hijos, mis nietos, son todo para mí y ojalá Dios me los proteja siempre”, comenta la señora Ana María, feliz cumpleañera.
Un amor por Moroleón
Moroleón es la ciudad que la señora vio crecer desde pequeña, por eso le guarda gran cariño al que llama el pueblo de sus raíces.
“A mí me gusta todo de Moroleón, mi papá era pintor, él ayudó a pintar el templo (de Esquipulitas) y nos enseñaba todo lo bonito que hay aquí, por eso me gusta todo de todo, gracias a Dios he vivido feliz desde pequeña aquí con mi familia”, indicó la alegre abuelita.
Muy fiel católica, Ana María celebra agradeciendo a Dios por permitirle seguir pasando momentos agradables con su familia, al tiempo que pide poder seguir realizando actividades por sí misma unos años más.
Al festejo le llevaron mariachi, pues sigue disfrutando de la música y le gusta disfrutar de este estilo tan mexicano.
CA