Yuriria, Guanajuato.- Con dolor y tristeza, familiares y amigos de Martín, María Elena y su nieto Christopher, de 14 años, les dieron el último adiós, esto luego de ser víctimas de la masacre registrada el martes 16 de julio en la colonia La Aldea.
Los abuelitos y su nieto fueron velados en la colonia Deportiva, desde ahí, minutos después de las 11 de la mañana de este viernes 19 sus seres queridos acompañaros sus cuerpos al templo de La Preciosa Sangre de Cristo, donde al mediodía se celebró una misa de cuerpo presente para orar por su eterno descanso.

Cientos de amigos y familiares los acompañaron en el evento religioso, para posteriormente caminar al panteón Fray Elías del Socorro, acompañados también de una banda de viento que amenizó el recorrido; finalmente fueron sepultados y les dieron el último adiós.
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Gabriela Murillo, madre de Christopher e hija de Martín y María Elena, más que justicia pide paz y tranquilidad.

“Nosotros no queremos nada, nosotros no queremos nada más que tranquilidad y paz, ya con la justicia no ganamos nada, nuestro dolor ya está”, dijo.
Claro que lo lamento porque me dieron en mis padres y mi hijo, cómo no lo voy a lamentar, la violencia ya sé que está fea, pero uno vivía tranquilo, verdad, pues en su trabajo”, agregó.

Contó que su padre tenía tres meses que había entrado a trabajar como colador en la finca donde fue asesinado y resaltó que sus papás eran gente luchona, trabajadora y tranquila, que no se metía con nadie.
“Nos tocó una mala suerte, nos tocó una equivocación, nos tocó simplemente estar donde no debían, no sé qué pasó, pero nosotros estamos tranquilos”, finalizó Gabriela.
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