Con una antigüedad superior a los tres siglos de vida, el templo de San Francisco es sometido a labores de conservación y restauración, especialmente en el techo y las bóvedas, las cuales desde hace algunas décadas no han recibido mantenimiento.
Las obras que iniciaron hace poco más de un mes esperan devolver la grandeza y majestuosidad a este centro religioso, uno de los más importantes y longevos de la Zona Centro.
Los trabajos que se llevan a cabo a instancias del Instituto de Cultura del Estado, suponen una inversión de 689 mil pesos y se espera que puedan estar listos en el mes de agosto.
Además del techado y las bóvedas, se espera rehabilitar la fachada principal, ya que varios de los bustos y monumentos que la integran presentan deterioro.
En etapas posteriores, se prevé rehabilitar el interior para colocar pintura nueva en paredes y pilares, los cuales acumulan desgaste y humedad que ocasionan mala imagen.
Según lo dado a conocer por el Instituto de Cultura, con las labores se espera que el templo de San Francisco, ubicado sobre la calle Sopeña conserve de mejor forma su condición de Patrimonio de la Humanidad.
Hasta ahora laboran sólo obreros, pero se espera se integren especialistas en conservación y restauración para dar tratamiento especial en algunas partes del templo.

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