Varios turistas y capitalinos defendieron a una comerciante ambulante indígena para que inspectores de la Dirección de Fiscalización no le decomisaran parte de su mercancía y lo lograron.
Afuera de la Presidencia Municipal, dos inspectores infraccionaron a la comerciante de nombre Lizbeth Vianey, porque se había salido de la ruta de venta que tenía permitida en Plaza de la Paz, dijeron que la habían encontrado ofreciendo sus productos artesanales en el Jardín de la Unión, además solicitaron la intervención de elementos de la Policía Turística.
En ese momento otra ambulante indígena, de nombre Estela Aniceto, llegó para defender a Vianey.
Los inspectores le aplicaron la infracción porque se salió de su ruta y además como garantía de pago, querían decomisarle parte de su mercancía entre collares, pulseras y bolsas, bajo el argumento de que así lo estipula el reglamento, fue entonces que llegaron policías turísticos para intentar mediar la situación.
Pero dos mujeres capitalinas vecinas del callejón de Hospitales que pasaban frente a la Presidencia Municipal se dieron cuenta que los trabajadores de Fiscalización intentaban llevarse la mercancía y de inmediato le compraron a la comerciante más de 600 pesos para que no se llevaran los objetos.
“Me hicieron la infracción porque me salí de la ruta que se me permite a través de mi permiso de ambulante, pero no quiero que se lleven la mercancía yo voy a ir a pagar la multa”, dijo la mujer.
Algunos turistas que también caminaban frente a la Presidencia Municipal se acercaron para pedir a los inspectores que no le quitaran sus cosas a la comerciante, bajo el argumento que era suficiente con la multa.
La mujer, junto con Estela Aniceto, se fueron caminando del lugar acompañadas de capitalinos y visitantes, atrás se quedaron los elementos de Fiscalización y el grupo de policías turísticos.

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