Burlas por su apariencia física, por su forma de pensar y actuar, por los comentarios que emiten, salivazos y jalones de cabello, son algunas de las agresiones que viven determinados alumnos de la Escuela Secundaria Federal No. 2 “Guadalupe Victoria” a manos de sus propios compañeros, incluso por los maestros de la institución.
Ana (seudónimo para proteger su identidad), narró algunas de las situaciones que se presentan día a día en su escuela.
Aseguró que desde que ingresó, hace dos años, ha sido testigo de agresiones en contra de sus compañeros y amigos a manos de los iguales incluso por los maestros.
“En mi salón hay tres personas que sufren de bullying a todo lo que da y los maestros no hacen nada”.
“Si le dicen a los maestros empeoran la cosa en vez que la mejoren, entonces mis amigos ya están desesperados porque no saben a quién acudir. Si les dicen a sus papás, los regañan o van y hablan con los maestros y estos tratan de resolver el problema pero no hacen nada, y si se llegan a enterar los muchachos que los lastiman les va más mal a mis amigos, entonces se vive con miedo”.
Señaló que por lo menos son cuatro niños los que realizan las agresiones comandados por uno. Este funge como líder en la escuela y elige a las víctimas así como las acciones a realizar.
Ha sido tanto el estrés y miedo al que han sometido a sus tres principales víctimas, que Ana dice ahora dañan su propio cuerpo al hacerse pequeñas cortadas en diferentes partes o bien se rayan las manos y se aíslan.
Los victimarios aplican diferentes tipos de bullying en el plantel, intimidan y someten a base de amenazas incluso a golpes, también los despojan de su dinero, sin importar el grado que cursan pues dominan todo el plantel.
No son excluyentes de edad ni sexo, asegura Ana.
Una forma que utilizan es pedir pequeños “préstamos”, pueden ir desde los cinco pesos hasta cantidades mayores dependiendo de la víctima, en caso de negarse primero los insultan o bien los amenazan con golpearlos.
“Para no tener problemas sí les dan el dinero aunque en verdad no quieran”, aseguró Ana.
Los reclutan
La entrevistada señaló que es recurrente que se haga un reclutamiento, por lo menos cada año. Se le invita, primero de manera cordial a sumarse a las bandas y les ofrecen el beneficios de protección y cuidado o simplemente de no ser víctimas de abusos al ser parte del grupo.
Esa misma dinámica se repite para las mujeres, quienes también están organizadas en bandas, señala Ana.
De negarse a ser parte de la pandilla son susceptibles a empujones, que les quiten el dinero o bien a ser golpeadas.
“A mí me llegaron a invitar, pero la verdad no quise porque no es lo mío… A mí no me hicieron nada y a varias de mis compañeras también las invitaron, y a quien se negaba la retaban diciéndole gallina, cobarde y generalmente terminan por golpearlas”.
Las acciones no sólo se limitan al perímetro escolar, los jovencitos ejercen más violencia en sedes alternas. En la capital, el punto de reunión y peleas son en el Jardín de la Unión, en el primer cuadro de la ciudad.
Ana aseguró que es una reunión casi obligada, la tarde de cada viernes en el jardín para organizar las peleas, incluso dijo ya se dispusieron elementos de la Policía para el cuidado de la plaza y evitar riñas.

…Y los maestros no ayudan

Ana, estudiante de la Secundaria Federal No. 2 “Guadalupe Victoria”, comenta que hacer reportes es meterse en un problema mayor, por lo cual, tanto los agredidos y los testigos evitan hacer denuncias.

“Únicamente se hace una pequeña llamada de atención pero no les importa, y lo peor viene después y las agresiones son mayores”.
Además, denunció que al menos dos maestros agreden a los alumnos de manera verbal, situación que determina la falta de confianza y cercanía.
“Algunos de los maestros les gritan bien feo (a los alumnos), les dicen cosas como que no sirven para nada, que para qué van a la escuela, que no tienen futuro y les bajan la autoestima”.
Incluso la testigo señala que ante las actitudes agresivas de los maestros, los alumnos presentan acciones tanto violentas y retadoras hacia ellos.

Antonio, ‘el niño invisible’

Un pedazo de chicle en el cabello de Antonio fue la situación que detonó la angustia de algunas de sus compañeras de clase, que trataron de quitárselo, pero finalmente al niño tuvieron que raparle la cabeza.

Hasta ese momento, los maestros de la Escuela Secundaria “Benito Juárez” no se habían dado cuenta de que Antonio era víctima del bullying; a partir de ahí se hizo una investigación hasta descubrir que desde el tercer año de la escuela primaria, el niño se había convertido en el blanco perfecto de la violencia reiterada.
Según relató su mamá, el pequeño de apenas 8 años era inquieto, activo y preguntón actitud que molestó a la maestra, quien llegó a decir delante de todo el grupo “este niño para mí no existe, es invisible”, a partir de ahí el niño se volvió taciturno, sus compañeros le hacían bromas, pues al fin y al cabo, “eres invisible, no existes, por lo tanto, no sientes”, le decían. Por ejemplo, en la clase de Educación Física era costumbre aventarle el balón a la cara, porque los demás no “lo veían”.
Antonio nunca denunciaba esto, jamás respondía a las agresiones, se acostumbró al maltrato, fue moldeando su existencia a él, hizo una coraza ante las agresiones.
Edith Orduña Galván, psicóloga de la secundaria “Benito Juárez”, señaló que dicha actitud no es sana, pero ayudó a Toño a protegerse.
“En su casa, el padre contribuyó mucho a fomentar esta actitud porque nunca fue afectuoso, cálido, nunca propició la comunicación, por el contrario, cuando era necesario hacer esto prefería darle algún juguete o llevarlo a la computadora, en pocas palabras, él también hacía invisible a su hijo”.
Ya en la secundaria, Antonio fue objeto de múltiples agresiones, “las que tú te puedas imaginar”, dice la psicóloga Orduña Galván al reportero de AM.
“Cuando conocimos el caso por aquello del chicle, nos dimos a la tarea de conocer a fondo a Toño; conocimos su historia desde la primaria, platicamos con él, con su mamá, con sus compañeros de clase”.
“En las primeras pláticas con el ahora adolescente, él respondía con toda seguridad que nada le sucedía, que todo estaba bien, que interactuaba perfectamente con sus compañeros, pero repito, esta actitud era una coraza que lo protegía”.
Este caso de Toño, el “niño invisible”, ha servido para que en la Escuela “Benito Juárez” se establezca un programa dirigido a evitar la violencia reiterativa. En el patio, en el interior de los salones se observan letreros que exhortan a preservar los valores como: respeto, responsabilidad y compañerismo.
AM tuvo acceso al archivo donde se registran las pruebas que se aplican a los alumnos; no tienen nombres, son puros números; en uno de ellos se observa que el adolescente tiene “grave riesgo” para adquirir alguna adicción o para ser víctima de violencia reiterada.

¿Qué es el bullying?

De acuerdo con la investigación de la maestra Susana Greenwell Hernández, el bullying es una palabra de origen holandés que significa “acoso”.

Detalla que el primer uso de la palabra aludía al acoso escolar en las investigaciones de Dan Olweus, quien implantó un programa antiacoso para las escuelas en Noruega.
Dado el aumento de los actos de bullying en las escuelas, el uso de la palabra ha sido mayor.
En nuestro País cada vez es más frecuente encontrar casos de bullying, tanto en las primarias como en las secundarias, incluso en algunos preescolares.

El dato
Señales para reconocer el bullying

Víctima

-Regresa a casa con ropa rasgada o le falta alguna prenda.
-Dice que pierde objetos como: lápices, libros, celular, mochila, etc.
-Tiene constantes raspones, moretones, heridas.
-Tiene dificultad para dormir y tiene pesadillas.
-Cambia sus hábitos alimenticios.
-Inventa malestares físicos.
-Se va de la casa.
-Pierde interés por sus amigos.
-Tiene miedo de ir a la escuela.
-Se niega a ir a la escuela.
-Baja sus calificaciones.
-Habla sobre el suicidio.
-Siente que nadie lo quiere.
-Se culpa por los problemas.
-Llora sin razón aparente.
-Cambia su comportamiento.
-Duerme en horarios no habituales.
-Pide más dinero.
-Las víctimas pequeñas mojan la cama por las noches.
-No desea salir a la calle.

Victimario
-Es hábil para ocultar sus malas conductas.
-En fantasioso o mitómano.
-Se confía porque sus padres lo solapan.
-Es violento.
-Tiene conflictos verbales con diferentes personas.
-Es identificado como niño problema en la escuela.
-Llega a casa con dinero extra que no puede justificar.
-Tiene cosas que no le pertenecen y no las puede justificar.
-Culpa a otros de sus acciones.
-No acepta responsabilidad de sus actos.
-Tiene amigos violentos.
-Siempre quiere ganar en todo y se vale de cualquier recurso para conseguirlo.
-Es chismoso y conflictivo.

Tipos de bullying
Sexual
Exclusión social
Verbal
Psicológico
Físico
Económico
Electrónico

Hay estudiantes en riesgo de suicidio

Se tiene plenamente identificados a dos niños con tendencias suicidas en la Escuela Secundaria “Guadalupe Victoria”, ubicada en La Venada, declaró el director de la Institución, Esteban Pineda Rentería.

“Urge porque esos niños tienen síntomas de suicido, tenemos que mandar ese apoyo a domicilio. En caso de que el padre de familia se resista y no quiera recibir las indicaciones que se requieran, nos corresponde a nosotros llevar un expediente a donde corresponda… Para que pudieran ellos gestionar, como parte de la ley, de que los padres de familia deben atender los casos de sus hijos”.
Apuntó que como parte de las estrategias implementadas para combatir esta situación, contrataron un psicólogo clínico desde el 2010, quien a través de sus evaluaciones y atención, se logró la detección de estos dos niños con tendencias suicidas.
Pineda Rentería señaló que es la primera ocasión que detecta dicha problemática, pues refiere que ha sido la violencia el tema más recurrente.
“A la mejor porque no teníamos lo de psicología y no nos dábamos cuenta de la problemática que presentaban los alumnos, porque eso requiere un trabajo”.
La violencia es lo más
recurrente

Esteban Pineda Rentería señaló que la situación que más aqueja a la población estudiantil de la institución, es la violencia física y psicológica que los alumnos viven en su casa, la cual años atrás se había apoderado de los propios alumnos y del colegio.
Recordó que a su llegada a la escuela en el 2006, se sufría una seria situación de violencia, a diario se presentaban riñas tanto entre los alumnos como entre personas ajenas al plantel.
Atienden el problema
El director recordó que el tema de la violencia ha ido en aumento no sólo en las escuelas sino en todo el entorno social, sin embargo se han dado a la tarea de implementar estrategias.
“Siempre hemos estado al pendiente que este problema no se presente en nuestra escuela”.
Recordó que unas de las primeras acciones que se tomó, fue la contratación de un elemento de Seguridad con el apoyo del Municipio, hecho que disminuyó el problema.
Además, el personal docente funge como parte de un programa de vigilancia continua en el que se busca atender a los 857 alumnos en ambos turnos.
“Ya tenemos nosotros a la hora del receso, distribuido a todo el personal en áreas estratégicas para evitar que empiecen a empujarse o a aventarse objetos”.
Cabe resaltar que también ha sido la cooperación y apoyo que los padres de familia han brindado, pues también participan en las estrategias para restar las situaciones de violencia, pero fuera del plantel educativo.
Son alumnos competentes
Ante las acciones hechas para mejorar a la institución, el director señaló que comienzan a verse los resultados.
“La Escuela Secundaria “Guadalupe Victoria” a la mejor en algún tiempo le quedó este señalamiento o este concepto, de que es una escuela en la que se tienen muchos problemas, y yo manifiesto que los problemas de nuestra escuela no son como los medios lo plantean o como la gente lo divulga, porque insisto, lo que planteo es trabajo”.
Además, aseguró que los alumnos mantienen evaluaciones con calificaciones similares o superiores a las otras escuelas de acuerdo a la prueba ENLACE, además que han logrado que sus alumnos continúen su formación de nivel media superior en la Prepa Oficial o en el CBTis, entre otras, que señaló como referentes académicos importantes en la capital.
Aunque señaló que las situaciones entre los alumnos son difíciles de detectarlas, sin embargo, continuarán con las estrategias implementadas como algunas nuevas de ser necesario.
“Nosotros no dejamos ir ningún alumno sin que sea atendido y cuando el padre de familia responde, tenemos los cambios”, finalizó el director del plantel.

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