Empresas distribuidoras de diversos productos invaden banquetas y otros espacios públicos, y con ello generan caos vial y molestias para los transeúntes.
Uno de los puntos más sensibles es la esquina que forman las calles Juárez y San Fernando.
Ahí se ubica un paradero de autobuses, y a pesar de que existen letreros que prohíben el estacionamiento de cualquier vehículo, las empresas utilizan el área como zona de carga y descarga. Es común ver cajas de refrescos, de cervezas, cilindros de gas, botellones de agua y otros productos.
La banqueta mide apenas un metro y medio en su parte más ancha y la invasión de los diversos artículos provoca que los peatones tengan que caminar abajo de ella; pero el problema es más crítico cuando la carga es trasladada de los camiones repartidores a las banquetas porque se obstruye la circulación de otros vehículos.
“No es culpa nuestra porque los refresqueros y distribuidores de gas tienen permiso para descargar sus mercancías aquí”, comentó un agente de Tránsito que en ocasiones se encuentra en este lugar.
“Esto sucede en muchas partes de la ciudad porque a pesar de que existe un reglamento que impide el uso de espacios públicos para utilizarlos como bodegas, las empresas no lo respetan , hacen lo que quieren”.
Hay zonas señaladas como áreas de carga y descarga; éstas se encuentran sobre la calle Belaunzarán, a un costado del Teatro Cervantes y sobre la Calle Subterránea, a unos pasos del acceso a la Plazuela de los Angeles, pero según el agente entrevistado, pocas veces se utilizan.
Otro lugar preferido por los distribuidores es la parte trasera del Teatro Juárez; el sitio es utilizado como bodega, zona de carga y descarga y hasta para el lavado de autos.

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