“Sólo Dios sabe”

“Sólo Dios sabe cuánto tiempo estaré al servicio de la Cruz Roja, porque es el único que me puede retirar de mi trabajo que adoro y realizo diariamente para ayudar a las personas que lo necesitan”.
Formar parte del equipo de paramédicos de la Cruz Roja ha sido una de las mejores cosas que le ha pasado a Víctor Eduardo Calderón Rodríguez, de 23 años, originario de  la capital.
Tan solo con cinco meses de haber ingresado y ser operador de  una ambulancia,  ha tenido un desempeño muy destacado dentro de la corporación.
La principal motivación que tuvo para entrar a las diferentes capacitaciones y poder graduarse como Técnico en Urgencias Médicas, fue ayudar a las personas.
Actualmente es operador de una ambulancia, Víctor considera que tiene que brindar un servicio rápido y de calidad, ya que se trata de la vida de una persona, por lo que antes de salir a brindar la ayuda, revisa su unidad en todos los aspectos para que evitar algún percance.
“Siempre reviso la ambulancia, que esté en buenas condiciones  antes de trasladarme, que cuente con todo el equipo necesario porque en algunas ocasiones no sabes con qué situación nos vamos a enfrentar y tenemos que estar bien preparados”, dijo.
Aparte de llevar una gran responsabilidad al manejar la unidad, ayuda al otro paramédico en las labores de rescate y ayuda.
A Víctor sólo se le dificultan  los pacientes críticos debido a su estado de salud. “Es muy difícil ese tipo de servicios”, pero dijo, hasta la fecha ha trabajado profesionalmente y ha recibido el agradecimiento de los pacientes que ha ayudado.
HAY COSAS QUE NO SE OLVIDAN
Una anécdota que nunca se le va olvidar es cuando en una ocasión acudió a un reporte en una presa, donde un joven de alrededor 12 años cayó de la compuerta y presentaba múltiples fracturas; para sacarlo, Eduardo tuvo que pedir ayuda adicional, pero lo que más le impactó fue ver la cantidad de fracturas que presentaba.
Una de sus metas es ser uno de los mejores paramédicos y ser reconocido por su gran desempeño, y nunca dejar de ayudar a los demás.