En los tres últimos años, en Guanajuato capital las extorsiones han aumentado un 300%.
En los últimos tres meses, al menos 25 comerciantes agremiados de la Cámara Nacional del Comercio (CANACO), han sido víctimas de extorsiones, incluso algunos depositaron entre 3 mil y 8 mil pesos.
La desesperación los mata
“Hace un mes acababa de llegar a mi casa a comer, justo cuando terminé recibí una llamada en mi celular, la voz de un hombre me decía que tenían a mi hija secuestrada y que tenía que depositar en un banco la cantidad de 20 mil pesos para que la dejaran libre, luego recibí otras tres llamadas y como no tenía ese dinero les ofrecí 5 mil pesos y aceptaron.
“Reaccioné tarde, se me ocurrió llamar a mi hija hasta después que deposité la cantidad, todo había sido una mentira, mi hija estaba bien y estaba en la casa de una amiga, haciendo una tarea de enfermería”, relató Ernesto, de oficio comerciante.
Otro caso similar es el de Carmen, una dentista que cayó en el engaño, un supuesto comandante de la Policía Federal le llamó para pedir dinero a cambio de dejar en libertad a su esposo que estaba detenido en el Aeropuerto de Tamaulipas.
“Lamentablemente todo coincidía, ese día mi esposo estaba de viaje precisamente en Estados Unidos porque fue a comprar unos aparatos que ocupamos para nuestro consultorio (él también es dentista), le estuve llamando varias veces después de que recibí pero nunca contestó porque venía en el avión.
“Deposité 7 mil pesos en una tienda de autoservicio, horas después mi esposo me llamó para avisarme que fuera por él al Aeropuerto de Silao, le conté lo que pasó y me dijo que nunca estuvo detenido”, mencionó la dentista.
Muchos prefieren no denunciar
De acuerdo con Roberto Serrano Chirino, presidente de la Canaco, hay una lista negra de agremiados que prefieren no denunciar, no decir nada porque les da pena que se burlen de ellos, o porque argumentan que en el Ministerio Público los tratan mal.
“La gente ya no va a denunciar, porque dicen que es pérdida de tiempo y porque luego los tratan como si ellos fueran los delincuentes, además les piden un montón de requisitos para poder hacer la denuncia.
“Casi, casi les piden que lleven detenidos a los delincuentes, y entonces prefieren ya no ir a denunciar, además luego no detienen a los extorsionadores, es difícil porque la mayoría hablan desde Ceresos, según no han dicho las autoridades”, mencionó Serrano Chirino. Agregó que algunos afectados han depositado desde mil pesos hasta ocho mil pesos.
Hemos logrado que no den dinero: Samuel Ugalde
Al respecto, Samuel Ugalde García, director de Seguridad Ciudadana, informó que la Policía Municipal ha recibido constantes reportes de personas que llaman para pedir ayuda por amenazas telefónicas en las que refieren que tienen a familiares secuestrados o detenidos y que les piden los delincuentes que depositen dinero a determinadas cuentas o que les incluyan recargas a teléfonos celulares. La dependencia también ha logrado frustrar que las víctimas hagan el depósito en tiendas de autoservicio cuando llaman para pedir ayuda a tiempo.
“Se ha logrado evitar que la gente de el dinero, hemos interceptado a las víctimas cuando van camino a realizar el deposito.
“Parte de las estrategias que tenemos para evitar las extorsiones es que hemos colocado carteles en tiendas y bancos donde prevenimos este tipo de acciones, además hemos hablando con los encargados para pedirles que cuando lleguen personas desesperadas para hacer depósitos bancarios, nos avisen porque se puede tratar de una extorsión”, refirió Ugalde García.
¿Cómo prevenirse ante una extorsión?
La Procuraduría General de Justicia del Estado exhorta a los guanajuatenses a estar informados sobre las formas en cómo operan los delincuentes, mediante llamadas telefónicas de extorsión donde aíslan a sus víctimas y fingen un secuestro, logrando en algunos casos obtener fuertes sumas de dinero.
Es muy común que en el teléfono del domicilio o a los móviles se reciban llamadas donde se amedrenta al interlocutor diciéndole que se tiene privado de la libertad a un familiar, y cuando sucede eso, la víctima, que ha respondido la llamada, no sabe cómo pedir ayuda y obedece al extorsionador.
El delincuente lo que hace es llamar a una persona, al momento de contestar le dice que ya tienen a familiares secuestrados y que debe de trasladarse a un hotel, un centro comercial u otro lugar para que permanezca en ese sitio hasta en tanto liberan a su familiar.
Esto provoca que las víctimas tengan la sensación de que efectivamente la persona está secuestrada. Es en este punto, cuando el extorsionador exige fuertes sumas de dinero, que por lo regular son depósitos que deben realizar en tiendas departamentales o bancos.
Recomendaciones
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), da a conocer algunas recomendaciones preventivas y la forma en cómo opera el delincuente, a fin de evitar ser una víctima del extorsionador:
Instruye a tus familiares, incluyendo a los niños, para que no atiendan llamadas de personas y números que no conocen.
Mantén comunicación con tu familia y permite que ellos hablen contigo, nunca apagues el teléfono o lo mantengas ocupado por mucho tiempo.
Los extorsionadores siempre pretenden infundir pánico diciendo que le harán daño a alguien de tu familia. ¡No hagas lo que te piden!
Regularmente quieren que vayas a un hotel o a lugares públicos y te mantengas incomunicado, mientras le piden dinero a tu familia.
Se comunican con algún familiar, piden que el rescate se pague rápido y aceptan las cantidades que se ofrecen en las primeras negociaciones.
Denuncia de inmediato al Ministerio Público o da aviso a la Policía Ministerial para que se implementen acciones efectivas oportunamente.
En los casos denunciados a tiempo, se evita que se realice el pago y se localiza a las personas a salvo.
La PGJE cuenta con un número de emergencia: 01 800 DNUNCIA (01 800 368 6242) y un correo electrónico:[email protected], donde personal capacitado te atiende los 365 días del año y las 24 horas del día, dándote las medidas preventivas que debes tomar ante un situación de extorsión telefónica.
Fuente: Unidad de Acceso a la Información