Desde que era niño, Juan Ernesto Granados se dio cuenta que le gustaba ser muy servicial con amigos, familiares y personas, por lo cual decidió ser socorrista de la mina de Rayas-Cata y San Vicente.
A sus 26 años forma parte de la cuadrilla de rescate Panther Forze, el cual es un grupo de paramédicos altamente adiestrados para rescate y ayuda de personas en accidentes dentro de minas.
Durante los cursos que ha adquirido, pone toda la disposición para poder aprender al máximo y así estar preparado en cualquier situación extrema que se pudiese presentar en algún percance y salvar vidas.
Su oficio es muy arriesgado, lo que genera a su familia mucha preocupación cuando se va a trabajar.
“A diario mi familia se queda en casa muy preocupada, porque saben que mi trabajo es arriesgado dentro de la mina, pero se alegran al saber que ayudó a mis compañeros y me arriesgo para salvar vidas cuando han pasado accidentes, me han dado su apoyo y la confianza en que todo estará bien, lo que me tranquiliza un poco”, dijo Ernesto Granados.
A Juan le encanta su trabajo, pues una labor que desempeña es andar en un vehículo dejando a los mineros a las diferentes áreas de labor junto con el material adecuado que utilizan durante su jornada laboral y andar la pendiente de que nadie se sienta mal.
MARCADO
Un accidente que lo dejó muy marcado fue la perdida de dos compañeros en una volcadura de un tractor cuando salieron de la mina y se dirigían a otra sección de la misma.
“Hace ya un año que tuvimos un accidente en el cual fallecieron dos compañeros, yo me encontraba en el patio de Rayas, fue un 5 de octubre, del año 2012, eran las 2:50 pm cuando se nos avisó que un tractor había perdido el control y se había volteado afuera del kinder que está sobre la carretera panorámica de Rayas, al llegar al lugar del accidente, vi muchos compañeros heridos, dos ya sin vida; ayudamos a darles los primeros auxilios. Me estuve ahí hasta que se recogió al último lesionado, luego llegó el Ministerio Público y tomo la escena del accidente, eso jamás se me olvidará ya que los caídos eran mis amigos”, dijo con gran sentimiento Juan Ernesto.
Hasta el momento no tiene definido salirse como socorrista de mina, sino al contrario ir escalando y ser uno de los mejores.
Una de sus metas es terminar sus estudios, aprender los conocimientos necesarios, así como las enseñanzas de la gente que lo rodea.