El oficial Acosta trae en la sangre la vocación de ser policía, su papá, sus abuelos y algunos tíos fueron elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE), y él ahora porta con orgullo el uniforme de la Policía Municipal.
También tiene un hermano que forma parte de la corporación.
Tiene una labor de riesgo y responsabilidad, es radioperador y se encarga de enlazar los reportes a sus compañeros, tiene que darles la información lo más preciso posible para evitar pornerlos en riesgo y al mismo tiempo atender a la ciudadanía.
Desde los 18 años de edad forma parte de la Policía Municipal y el próximo 3 de marzo, Acosta, cumplirá 14 años de servicio.
Sentado en un sillón, emocionado empieza a platicar que lo que le llamó la atención de ser policía fue que desde pequeño miraba a sus abuelos paterno y materno como portaban el uniforme policial y el resto de equipamiento que usaban.
“Antes el cuartel de las Fuerzas estaba en Marfil, y ahí yo veía a los elementos que formaban parte de la Banda de Guerra, yo los veía marchar, me prestaban sus gorras y desde ahí me empezó a llamar la atención, me gustó ser policía”, relató.
Incluso antes de formar parte de la corporación, trabajó en la General Motors, pero no le gustó, tenía ganas de pertenecer a las filas de la Policía, acudió a pedir trabajo y lo consiguió.
El oficial se ha distinguido por integrar la escolta de la Policía Preventiva, siempre acude a los actos cívicos o a los eventos a donde sea requerido junto con sus compañeros y con los elementos que forma parte de la Banda de Guerra.
“Ahora, mi papá, mi mamá y mi familia están orgullosos de mí, también tengo un hermano trabajando aquí y va para 6 años dentro de la corporación.
“Mis hijos también están orgullosos de mí. Tengo un niño de 5 años y una niña de 8 años, al niño también le gusta verme uniformado, se emociona. Mi familia está orgullosa porque sabe que le echo ganas en el trabajo y me he estado superando porque aquí terminé mi preparatoria y tengo algunos cursos de capacitación. Me gusta mucho la radiocomunicación y también el monitoreo de las cámaras de seguridad, estoy haciendo el trabajo que me gusta”, comentó.
Sabe que su trabajo es de alto riesgo, ha visto a compañeros terminar heridos al acudir a atender llamados por parte de la ciudadanía, él mismo ha estado bajo el peligro pero eso no le impide seguir firme en su convicción de ser policía.
Es policía por vocación
Desde los 18 años, el oficial Acosta forma parte de la Policía Municipal y está próximo a cumplir 14 años de servicio