Padre de tres hijos y recién ascendido a comandante, el oficial Gutiérrez ha sentido el peligro a su lado.
Con una carrera policial de 23 años y 5 meses, ha sacado adelante a su familia y les ha dado estudio a sus hijos.
Antes de ser policía terminó la secundaría y trabajó tres meses como ayudante de albañil, pero le ganaron las ganas de portar el uniforme y lo consiguió.
“Empecé como policía raso a los 16 años de edad. Tres años después me nombraron sargento, luego conseguí ser oficial, pasé a ser primer oficial y ahora ya me ascendieron a comandante”, mencionó.
Con el uniforme puesto y con su arma de cargo en la fornitura, sosteniendo dos aparatos de radiocomunicación, comenzó a recordar que hace tiempo participó en un operativo para capturar a tres hombres que acaban de asaltar una farmacia; estaban armados y escaparon en una Voyager verde  rumbo a la carretera libre Guanajuato-Silao.
“En cuanto los asaltantes me vieron inmediatamente empezaron a rebasame. Escuché gritos y me fui en persecución de ellos con apoyo de policias de Irapuato. Pasando Aldama está una desviación hacia la derecha y ahí se metieron, no tenía salida ese camino y los detuvimos.
“Uno de ellos se bajó de la camioneta, sacó una pistola calibre 38 especial y me disparó; la bala pasó a un lado de mi cabeza, sentí el aire del disparo cuando la bala pasó cerca de mi cabeza. Ya está uno acostumbrado a las riñas, los golpes y detonaciones; en ese momento la verdad no sentí miedo”, relató.
Dice que se siente satisfecho de trabajar en la corporación y sacar adelante a su familia, incluso ha construido su casa con el sueldo que ha ganado.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *