Por lo menos 600 capitalinos saben tocar el tambor. El estruendo de los “tambores de guerra” acompañado de trompetas se escuchó por toda la zona Centro de la Capital, turistas extranjeros y visitantes de otros municipios y estados interrumpieron su camino y buscaban con los ojos y orientaban el oido para descubrir de dónde provenía la marcha.
Cada vez el estruendo se escuchaba más fuerte, las trompetas entonaban inicio de algo, alerta y algarabía, el sonido se escuchó más cerca acompañado de pisadas fuertes, de marcha sonora.
Se trataba de 12 Bandas de Guerra formadas por capitalinos de todas las edades, desde niños de 5 años, hasta jóvenes hombres y mujeres, adultos y adultos mayores que no les pesaba el tambor, todos iban vestidos como quien va a la guerra, iban orgullosos.
En el Templo de Pardo se celebra el 12 de enero otra fiesta a la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre es la fiesta Nacional a la Virgen Morena y la fiesta mayor se hace en la Calzada, para no empalmar las fiestas y ambas tengan importancia, los fieles católicos, en la Capital del Estado celebran un mes después a la Virgen de Pardo.
Las bandas desfilaron por todas las calles de la ciudad, niños y niñas vestidos de “inditos” para pagar mandas y dar gracias por los favores recibidos durante el año acudieron a visitar a la Virgen.
Al llegar al Templo músicos guanajuatenses provenientes de todas las colonias formaron una valla para que pasara la imagen de la Virgen que traían las “cargadoras” que no hicieron muecas de cansancio durante el trayecto.
Los músicos cumplieron su misión de tocar para la Virgen de Guadalupe.
En Pardo la fiesta ya se celebraba, enfrente otra banda de música estaba lista; vestidos con camisa rosa y pantalón vaquero negro y botas picudas blancas ya los músicos entrados empezaron a tocar, los cohetes anunciaron la llegada de la Virgen adornada entre flores, de regreso al Templo.
Como en las fiestas religiosas es costumbre no pudieron faltar las enchiladas, flautas, elotes, “doricolocos”, papitas, puestos de frutas,juguetes y accesorios.
Los capitalinos visitaron el Templo haciéndose paso por entre los cientos de visitantes, y no desistieron para subir las escalinatas, llegar ante la Virgen.

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