Desde hace 30 años, Pedro Vázquez Vargas es el “celador mayor” de la peregrinación nacional que parte de Dolores Hidalgo hacia el Santuario de San Juan de los Lagos. El campesino recuerda la explotación que su fe ha sufrido a lo largo de estos años.
“Antes, en San Juan nos cobraban hasta por el agua que consumían los burros que utilizábamos para cargar nuestras cosas, nada más imagínese, de por sí que somos pobres, por todo teníamos que pagar”.
“Yo era muy pequeño cuando mi papá tomó el cargo de celador, por eso he visto tantas cosas, si por el agua de los burros nos cobraban, con mayor razón por la que nosotros consumíamos, hacían verdaderos negocios con nosotros”.
“Ahora existen carreteras, pero en ese entonces -1940- recuerdo que cruzábamos la Sierra de Santa Rosa con los burros que cargaban las imágenes, ropa y alimentos tardábamos muchos días en llegar, además de que en algunas haciendas no nos dejaban cruzar y dábamos muchos rodeos, o teníamos que pagar alguna cuota, era puro negocio de la gente rica”.
Ahora, cuenta don Pedro, las cosas son más fáciles; “algunas personas bondadosas nos regalan comida y agua, sin embargo, por acampar en esta zona, nos cobran 9 pesos la hora por cada camioneta que transporta nuestras cosas”.
A las 5 de la mañana llegaron los “sanjuaneros” al estacionamiento de la Ex Estación del Ferrocarril y como planeaban partir de ahí a las 7 de la noche, entonces, calculaban que el gasto por camioneta sería de 126 pesos; “esto es puro negocio, hay quienes lucran con nuestra fe”.
El estacionamiento es propiedad del gobierno municipal, y mientras otras dependencias como el Sistema Municipal de Agua Potable y la Secretaría de Salud los apoyan, el Ayuntamiento no accedió a su petición de condonar el pago. Incluso, algunos habitantes de la ciudad que les llevaban alimentos, al saber que tenían que pagar la cuota para ingresar al estacionamiento, tuvieron que descargar los productos varios metros afuera.
Don Pedro, señaló que a sus 90 años de edad, estas cuestiones no le quitan el entusiasmo de seguir adelante, “mire, en todas partes nos encontramos con gente buena y mala, con funcionarios que nos ayudan y otros que quisieran vernos bajo tierra, pero aquí estamos, con el entusiasmo y la fe por delante”.
Lo sana la Virgen
Víctima de un intenso dolor que no curaban los doctores, Benjamín Ramírez pidió a la Virgen de San Juan su sanación, hoy a once años de ese milagro viaja con fervor a San Juan cada año.
Ayer Benjamín arribó a Guanajuato, a la Ex Estación del Ferrocarril, donde montó su casa de campaña mientras descansaba un rato.
Originario de Dolores Hidalgo, Benjamín tiene once años de viajar a San Juan de los Lagos, siempre acompañado de una imagen de la Virgen.