Todos los días, los policías salen a la calle para atender los problemas y tragedias de la ciudadanía, todos entran temprano pero no saben si van a regresar a casa.
Dan todo su esfuerzo para llegar rápido a los llamados, tienen ganas de salir adelante y conservar su trabajo porque son el sustento de su familia.
Hoy, festejan el Día del Policía, primero con una misa en la Basílica y luego con un convivio donde estarán acompañados por sus familias; varios recibieron reconocimientos, unos por su trayectoria, otros por su desempeño.
Aunque el día oficial del Policía es el 2 de enero, los directivos decidieron posponerlo para hoy, ya que en esa fecha no les fue posible por el periodo vacacional, donde todos fueron requeridos para trabajar.
SIGUE SU LEGADO
El oficial Vázquez es hijo del primer comandante Villanueva y quiere ser como su papá.
Vázquez tiene poco más de 4 años formando parte de la Policía Municipal y ha sido parte de dos grupos especiales, pero dice que le falta mucho para llegar a ser como su papá, quien tiene 26 años en la corporación y ha ocupado diversos grados, actualmente coordina al resto de los comandantes.
“Ingresé a la Policía porque quiero ser como mi papá pero para mí va a estar difícil, porque tiene una amplia trayectoria, no creo llegar hasta donde él ha llegado.
“Le he aprendido su forma de trabajar, los consejos que me da, no nada más los escucho, los llevo a cabo, pero igual cuando cometo algún error, él está para corregirme”, dijo el joven policía.
El comandante Villanueva, por su parte, dice que desde que sus hijos estaban pequeños mostraron interés por el uniforme policial.
“Me pedían que les enseñara las técnicas para revisar a las personas, las piezas de sus armas, las formas de usarlas, les llamaba mucho la atención la forma para esposar a los infractores.
“Pero sobre todo les enseñé la amabilidad y la cortesía con la que se debe atender al ciudadano. Ahora es una satisfacción para mi ver que que mi hijo es policía”.
CONTACTO CON LA GENTE
Aunque apenas va a cumplir dos años formando parte de la Policía, la oficial Rodríguez es una de las primeras caras de la corporación que ven los turistas.
Su consigna es orientar y atender a los visitantes que llegan a la ciudad, les recomienda los principales sitios de la capital.
Antes ni se imaginaba que tendría esa labor, trabajaba en una tienda departamental pero cambió su rutina, la ‘tranquilidad’ de ese ambiente laboral por las armas, por el peligro que se corre ante los llamados de la gente.
POLICÍA DESDE HACE 20 AÑOS.
Al oficial Gutiérrez le gustaría jubilarse en la Policía Municipal.
Es padre de cinco hijos y a todos les pudo dar estudios con el sueldo que recibe cada quincena, tiene más de 20 años en la corporación.
Dentro de sus encomiendas ha tenido la responsabilidad de cuidar a estudiantes, antes vigilaba la Preparatoria Oficial, la Escuela Guadalupe Víctoria y actualmente el edificio principal de la Universidad de Guanajuato.
“Hace 20 años y 5 meses entré a trabajar en la Policía, porque tenía necesidad, tenía que mantener a mi familia y luego me empezó a gustar el trabajo y ahora me gustaría jubilarme aquí.
“Yo les digo a mis hijos que este trabajo es muy peligroso, que tienen que ser buenas personas, les platico de todo lo que pasa, les digo que se cuiden porque ahora las cosas están difíciles”, agregó.
Trabajan en beneficio de la gente
El oficio de policía implica muchos riesgos pero también enseñanzas que transmiten a las nuevas generaciones