Por aprovechar una oferta en un taller mecánico, José Leonardo García Licea adquirió el cascarón de un Volkswagen, el cual ahora es un vehículo de estilo baja modificado.
Nunca pensó que su vocho llegaría a ser indispensable en su vida y en la de su novia, ya que los ha sacado de apuros varias veces, y poco a poco ambos lo han ido mejorando.
Primero comenzó por ponerle el motor, asientos, llantas y otros accesorios para que pudiera encender; luego, con ayuda de su novia, decidieron modificarlo, pensaron varios estilos y al final eligieron el estilo de baja, uno extremo para todo terreno, ya que ambos viven en zonas donde hay calles empedradas y de terracería, por lo que un auto bajito no podría circular.
La persona que le vendió el coche también lo ha ayudado con los cambios, ya que es especialista en ese tipo de modificaciones y motores.
Su coche le ha dejado muchas experiencias, una de ellas es cuando viajó a Irapuato a un concurso de autos modificados, sin saber manejar.
“Una anécdota que nunca olvido es que al mes de comprarlo acudí a un evento a Irapuato de vochos, todavía no sabía manejar muy bien pero me arriesgué y aprendí en el viaje, entré a concursar y me traje el segundo lugar”, comenta Leonardo.
Su vocho aún no tiene nombre porque constantemente lo cambia de color y le hace modificaciones pero algunos de sus conocidos le dicen ‘El Tanque’, otros ‘El Pitufo’ por el color azul.
De “Tanque” a “Pitufo”
Comprar un vocho le cambió la vida a Leonardo