Se les ve trabajar en el comercio ambulante, en cafeterías o restaurantes, son estudiantes que trabajan y asisten a la Universidad de Guanajuato, son personas que buscan un mejor porvenir.
Miguel Eduardo Trueba Guzmán estudia Música, en sus ratos libres ha sido promotor de eventos turísticos como la representación de leyendas, y ahora vendedor de productos naturistas.
“Quiero ser pianista, la música la llevo en todo el cuerpo; desde niño escuché buena música, mi padre es pianista, y yo deseo ser mejor que él, para eso tengo que trabajar mucho”.
Por ahora busca obtener ingresos que le permitan seguir estudiando, así que vende productos naturistas elaborados por campesinos de Llanos de Santa Ana, son artículos fabricados a base de miel de abeja. “Sufro para venderlos, tengo que caminar mucho, pero alcanzaré mi meta, que es la música”.
Berenice Cuéllar Araiza, estudiante de Administración Pública, en ocasiones asiste por las mañanas a la universidad y por las tardes prepara café en un establecimiento ubicado en el Callejón del Temezcuitate. Tiene un horario de clases disparejo pues a veces tiene que ir en la tarde, pero en el trabajo siempre le dan oportunidad de ajustar su tiempo.
“Es muy complicado trabajar y estudiar en esas condiciones; sin embargo, cuento con el apoyo de los compañeros y del dueño de este lugar”.
Cecilia Villavicencio concluyó en diciembre su carrera de Diseñadora de Interiores, ahora prepara su tesis pero desde hace 3 años trabaja en restaurantes. “Es una satisfacción haber terminado la licenciatura bajo esas condiciones”.
“Con mi propio esfuerzo salí adelante y seguiré así, por lo pronto combino mi tiempo entre la tesis y el trabajo en la cocina, luego trabajaré en asuntos relacionados con lo que estudio y también haré una maestría”.

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