Con dos mesas, un par de sillas, muchas ganas y la decisión de hacer su vida con el arte, “El Pinche Grabador” comenzó su taller-galería en 2005, cuando viajó a Nayarit después de terminar la Licenciatura en Artes en la Universidad de Guanajuato. “No traía ni un quinto”, asegura sentado en el sillón de su primer local en Positos número 57.
En febrero del año pasado, después de 8 años de vender grabados en las banquetas y calles de Nayarit, Baja California y Guanajuato, Luis o “El Piche Grabador” como pide que le llamen, abrió su primer taller-galería, la calidad y dedicación que pone en cada trabajo los hace valiosos, no costoso, pues los hay desde 30 pesos para quien quiere una buena pieza de arte grabado pero no tiene dinero para pagar caro por ella, hasta piezas de 25 mil pesos que compran coleccionistas de varias partes del mundo.
El gusto gráfico le viene de infancia y el oficio lo aprendió del Maestro Francisco Patlán, quien a los 18 años le empleó en su taller de grabado, luego lo animó a estudiar Artes así pudo pulir su talento y realizar su sueño, “vivir de dibujar”, como él mismo lo dice.
El taller es un local de aproximadamente 6 por 8 metros la galería al frente y el taller atrás no hay puertas que escondan cómo se hace el trabajo, además de él, tres personas más laboran en su negocio, Jainité Silvestre, recién egresada de Artes le ayuda a producir; Carolina Ojeda y Alberto Hernández son el personal de ventas.
Entre todos hoy producen y venden entre 500 y mil 500 piezas mensualmente, según sea la temporada del año, coincidentemente con las temporadas altas de la ciudad como es durante los Festivales Cervantino, o de Cine y periodos vacacionales como Semana Santa y Fin de Año.
A la fecha, “El Pinche Grabador” desconoce a ciencia cierta cuantas piezas tiene en stock, pero explica que del formato en 10 por 15 centímetros tiene un total de 60 diseños diferentes, de los cuales imprimió 115 piezas por cada diseño 6 mil 900 impresiones en total.
Sin embargo, la cantidad se dispara ya que los formatos que maneja son diversos, 5 por 20 centímetros, de 5 por 10, 10 por 15, 15 por 20, 25 por 35, y 25 por 70 centímetros, todos con diferente tiraje, decenas de miles en total.
Pero no siempre tuvo esta capacidad de producción, al principio quizá producía una tercera parte o menos, pues los recursos tanto de personas como de equipo eran menores, y el proceso es tardado, pues aunque varía según la técnica, una pieza puede tardar hasta 3 días en concluirse.
Conforme ha pasado el tiempo más y más clientes se han ido sumando a su cartera, y son los que le mantienen activo, “tengo clientes fijos los cuales me compran siempre las cosas nuevas, coleccionadores serios de todas partes del mundo y de aquí de México, es gracias a esto que estoy en constante producción”, relata.
Y la visión no se queda en Guanajuato, San Miguel de Allende le parece buen mercado, pero antes busca consolidarse y crecer en Guanajuato, así como generar identidad.
Hace del dibujo un buen negocio
Tras 8 años de vender en las banquetas, “El Pinche Grabador” ahora tiene su galería.