Un grupo de ex miembros de la desaparecida Cooperativa Minera Santa Fe y sus familiares tomaron ayer por la tarde las oficinas de la empresa minera, en el Mineral de Cata, misma que reclaman como suyas, argumentan que la venta de la misma, realizada en 2005 a la Minera Great Panther, fue irregular y por lo tanto todavía les pertenece.
Ayer alrededor de las 3 de la tarde un grupo de ex trabajadores de la cooperativa, tomaron las instalaciones y suspendieron las labores de la planta.
Colocaron en la entrada dos mantas con la siguiente leyenda: “A todos los socios activos: No teman a las amenazas de los canadienses. No teman pues les queda poco tiempo en el poder. Recuperaremos nuestras minas”.
Varios ex trabajadores con los rostros cubiertos se apostaron en la entrada de la empresa y controlaron el ingreso y egreso de personas para sólo dejar ingresar o salir a miembros del movimiento mientras los líderes dialogaban al interior de las instalaciones con directivos de la empresa.
En 2005 el 19 de julio, el entonces presidente de administración de la Cooperativa, Pablo Olmos Morales, suscribió un contrato de compraventa con Compañía Minera Mexicana El Rosario, fijando como precio de este patrimonio -que contempla más de un millón de hectáreas, así como plantas de beneficio, equipo, camionetas, herramientas, talleres, abastecimiento de aguas, presas, oficinas, almacenes, hospital, etcétera- 80 millones de pesos (7 millones 250 mil dólares) aunque en el 2003 su valor se calculaba en el triple.
Los ex cooperativistas expusieron que mientras los canadienses explotan las minas, ellos están sumidos en la pobreza.

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